Dayana Rodríguez
Ciudad de México, 09 de octubre (entresemana.mx). ¿Te paralizas al tomar una decisión? ¿Te da miedo equivocarte o no saber cuál es la mejor opción en tu vida? ¿Optas por quedarte en tu zona segura? Me gustaría que reflexionemos juntos si esa zona te llevará al lugar que tú quieres para tu vida.
El miedo, es una emoción normal todos lo sentimos, sobre todo cuando se experimentan situaciones nuevas o desconocidas. Lo sé, es como sentir que te avientas a un barranco con los ojos cerrados, sin saber a dónde vas a llegar o qué va a suceder. Hay que tener presente que el miedo está ahí para recordarnos que debemos cuidarnos, y evitar que nos sucedan cosas malas; el problema creo yo, es que muchas veces, nuestro cerebro nos advierte de cosas que realmente no tendríamos por qué temer, como es el caso de tomar decisiones.
Ante un estímulo nuevo, podemos llegar a experimentar esta emoción y es cuando algunas veces tomamos el camino fácil, nos quedamos en nuestra zona segura para evitar averiguar más allá.
Entonces, si comprendemos que el miedo es algo que experimentamos de manera natural, es algo que también podemos enfrentar, pensemos más allá, ¿Las personas que se arriesgan a tomar decisiones no tuvieron miedo? Yo estoy casi segura que sí, la diferencia radica en que tomaron el camino de arriesgarse, asumir las consecuencias que esto traería y entender que nosotros somos responsables de esa decisión.
¿Cómo descubrimos si algo nos gusta o no? ¿Cómo podemos obtener nuevas habilidades, si no nos ponemos en lugares diferentes a los que ya conocemos? Para encontrar nuevos caminos, hay que recorrer nuevas rutas.
Siempre existen dos puertas que podemos abrir, la decisión está en nosotros sobre cual queremos elegir.
Yo te invito a que te cuestiones si ese miedo a tomar esa decisión está impuesto por cosas que otros te han dicho o por ideas negativas que te has forjado a través de los años, cosas que nos vamos comprando por lo que otros dicen de nosotros. Recordemos, que nadie puede tomar las decisiones por nosotros y que tenemos el derecho a decidir cuál es nuestra mejor opción para nuestra vida. Tenemos la elección de hacer eso que queremos aún sintiendo miedo.
No estoy diciendo que sea una tarea fácil, pero con el tiempo y la práctica, cada día confiaremos más en que las decisiones que tomemos, serán las correctas para nuestra vida, porque incluso, si resulta que la otra opción que teníamos es mejor, aprendimos algo y eso nos lleva a que cada día tomemos mejores decisiones. Confiemos en que todo es como tiene que ser y siempre hay una nueva oportunidad para hacerlo mejor cada día.
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¡Qué tengas un excelente domingo!