CARLOS ALBERTO MERAZ SORIA*. Una palabra muy común como salud, nos puede conducir a laberintos y peligrosos espejismos. Definirla y acotarla nos trazara caminos certeros.
La salud es un «estado de completo bienestar físico, mental y social y no simplemente la ausencia de enfermedad o dolencia». Los subcomponentes de la salud espiritual también resultan relevantes, aunque no implica necesariamente la adopción de creencias religiosas.
Actualmente, profesionistas de distintas áreas de conocimiento tratan de generar una visión holística de la salud. Es decir, reconocer la relevancia y las interdependencias de las dimensiones físicas, mentales, sociales y espirituales. Esto nos permite que el paciente se involucre en su planitud personal y psicosicial, y no que se limite a carecer de padecimientos.
La medicina post pandémica marca un importante hito global: La salud es relevante solo en la medida en que permite a las personas vivir plenamente. Es decir, construir relaciones, trabajar o ser voluntarios y contribuir a la sociedad al mismo tiempo que disfrutan de las actividades.
Mediante esta comprensión de la salud, se reconoce el vasto conjunto de factores que afectan la salud, como los atributos personales, los comportamientos, intervenciones y factores ambientales. Con esta óptica, será posible, a través del tiempo, las geografías, los sistemas de salud y las culturas, tener una comprensión integral de lo que significa ser/estar saludable.
Así la salud física es la medida en que un individuo puede realizar de manera competente tareas y actividades físicas sin molestias sustanciales.
Incluye la capacidad de moverse a través del entorno en el que se vive con confianza e independencia y de controlar las interacciones con el mundo físico a través del control de la motricidad fina.
En resumen: Las personas con buena salud física tienen capacidades sensoriales agudas con sentidos del tacto, visión, oído, gusto y olfato. Las personas físicamente sanas están llenas de energía y vitalidad, libres del dolor debilitante o la fatiga.
Por su parte la salud mental es el estado cognitivo, conductual y emocional de un individuo. Es necesaria para que un individuo entienda e interactúe con el mundo a través de la memoria y el lenguaje. Nos permite experimentar alegría, ira directa, limitar el comportamiento impulsivo dañino y evitar episodios depresivos graves. Las personas mentalmente sanas tienen la resiliencia para hacer frente a las tensiones normales y los eventos adversos mientras mantienen un sentido positivo y realista de sí mismos.
Por otra parte, la salud social representa la capacidad de un individuo para construir relaciones saludables, enriquecedoras, genuinas y de apoyo. Las personas con buena salud social tienen la capacidad de formar conexiones significativas con los demás, tanto para recibir como para proporcionar apoyo social. Es lo que da a las personas un fuerte sentido de pertenencia a una comunidad.
Finalmente, ¿qué es la salud espiritual? La que permite a las personas integrar el significado en sus vidas. Las personas espiritualmente sanas tienen un fuerte sentido de propósito, pertenencia o identidad. Sienten un amplio sentido de conexión con algo más grande que ellos mismos, ya sea con una comunidad, un llamado o una forma de divinidad. La salud espiritual ayuda a las personas a sentirse arraigadas y conscientes en el momento presente.
Ahora, una comprensión más completa de la salud humana también incluye el reconocimiento del amplio conjunto de factores que la afectan como los comportamientos personales o acciones individuales como el sueño, la dieta, el ejercicio y la adherencia a los regímenes de tratamiento.
Otro factor crucial son los atributos personales como la genética, educación y relaciones que normalmente no se pueden modificar, al menos a corto plazo.
Los atributos ambientales, por otra parte, son factores que dan forma a la salud de todos los individuos dentro de un contexto determinado e incluyen el sistema político y económico del contexto, así como las amenazas globales como el cambio climático.
Las intervenciones, el cuarto factor involucrado en la salud, se refiere a acciones deliberadas destinadas a lograr un cambio, como las intervenciones clínicas, apoyo financiero o incentivos.
*Médico especializado en diabetes. Contacto: 55 5272 1300