TERESA VALDÉS BETANCOURT (SemMėxico, Colima). La trata de personas reconocida como delito internacional de lesa humanidad, viola los derechos humanos más elementales en sus víctimas. Las últimas cifras reveladas en julio de 2022, prenden los focos rojos, y fueron aportadas por la organización Causa en Común de acuerdo con las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública: En el primer semestre de 2022 se reportaron 494 víctimas de trata, lo que implica un incremento del 24 por ciento respecto del mismo período de 2021.
México como país de origen, tránsito y destino de víctimas, ocupa el tercer puesto a nivel mundial de Trata con fines de explotación sexual y mendicidad de menores, sólo por debajo de Tailandia y Camboya. https://politica.expansion.mx/mexico/2022/07/30/
La acción delictiva define a sus víctimas, como mercancías, con propósitos ya sea de explotación sexual, trabajos forzados, tráfico de órganos, servidumbre o cualquier forma moderna de esclavitud.
Ninguna reflexión sobre temas humanos en 2022, resulta posible sin tener en cuenta, las secuelas sociales de los meses de pandemia por COVID-19, que modificaron profundamente circunstancias y condiciones sociales, económicas y de estabilidad emocional de las familias con múltiples dificultades. Así en el afán, de buscar nuevos caminos y oportunidades de vida, las posibles víctimas se acercan peligrosamente a los tratantes.
El documento oficial de ONU responde a las preguntas esenciales acerca del tema: ¿Qué es la trata de persona y cómo se manifiesta en México? ¿En qué se diferencia la trata del tráfico de migrantes?
La trata como actividad ilícita, se materializa a través de diversas acciones para atraer a una persona mediante engaños, violencia o promesas a fin de anular sus derechos al ser consideradas como objeto, que puede ser comercializado, y se manifiesta, en el “manejo de seres humanos como mercancías, con propósitos ya sea de explotación sexual, trabajos forzados, tráfico de órganos, servidumbre o cualquier forma moderna de esclavitud.”
Con tristeza se considera que México ocupa tercer lugar a escala global, como uno de los países con más casos de trata de personas con fines de explotación sexual y mendicidad de menores, sólo después de Tailandia y Camboya, aseveró Angie de Luna, coordinadora para América Latina. https://www.jornada.com.mx
Muchas veces se confunde la trata de personas con el tráfico de migrantes, que se diferencias esencialmente por varios índices:
El tráfico ilícito de migrantes de ambos sexos, se entiende como la facilitación al cruce ilegal de fronteras de una o varias personas a otro estado o país; donde traficante e inmigrante establecen relaciones con consentimiento mutuo. Los riesgos y daños para las víctimas se presentan durante el traslado, hambre, inseguridad, engaños. La relación entre tratante y migrante concluye, al llegar al destino previsto.
En el caso de la trata es diferente. La relación de la víctima con el tratante se da de manera coercitiva o por medio de engaño. No resulta necesario el cruce de fronteras. Los riesgos y daños se presentan durante todo el tiempo para la persona quien sufre maltratos, que dejan secuelas físicas y psicológicas. La relación entre la víctima y el tratante es más prolongada y compleja, comienza al mismo tiempo de aprehensión y explotación de la víctima.
Como se carece de consenso sobre la magnitud real del problema a nivel nacional ni internacional, para su medición se utilizan metodologías diversas, que dificultan su cuantificación real. Los datos actuales del Informe Global sobre la Trata de Personas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), señalan que el 50 por ciento de las víctimas de trata son mujeres adultas, mientras que un tercio lo comprenden niñas, 19 por ciento y niños 15 por ciento.
¿Cuántas veces se ignora la presencia de las posibles víctimas, incluso por prejuicios, dentro de clubes nocturnos, burdeles, Table-Dances, bares, restaurantes, hoteles, establecimientos de masajes, fábricas y plantaciones agrícolas? Pueden estar entre niñas y niños menores en estado de supuesta mendicidad, que transitan por comercios o calles, y se identifican cuando en un horario previsto, son traslados en vehículos a otros lugares donde les almacenan o albergan.
Con el uso indiscriminado de las redes y la Internet sin cuidados familiares, niñas, niños y adolescentes están en peligro, porque pueden convertirse en víctimas de tratantes, que seducen o engañan, al punto que la propia víctima previo acuerdo, asiste voluntariamente al lugar de la cita, donde perderán su libertad sin que los delincuentes tengan que gastar ni la gasolina de su vehículo.
Percibir esta realidad deviene en reclamo, para hacer conciencia del peligro latente de la trata de personas. En este comercio humano están en peligro mujeres blancas, negras, o indígenas, también hombres de cualquier edad, adolescentes, niños y niñas. Son personas despojadas de sus derechos más elementales, convertidas en víctimas de una vil esclavitud, en pleno siglo XXI.
@Letra Clara.