JUAN CHÁVEZ. Delfina marca la escisión de Morena. El dedazo de Palacio la metió, como se esperaba, a la candidatura por el gobierno del estado de México en 2023.
El “dedomex” de López hizo el tongo. Una encuesta a 4 mil 500 personas, definió el gran “agandalle”. ¿Puede creerse que escasos miles definan una encuesta para la participación de 12 millones y medio de electores en las urnas?
Así se consolidó la candidatura a una delincuente confesa, como lo es Delfina Gómez.
Con una democracia así, estamos peor que en las trampas, fraudes y demás fechorías de un PRI que le impidió a Lopitos, en dos ocasiones, ganar la elección que al final le regaló Enrique Peña Nieto, solo para que ahora, sea investigado por delitos electorales, entre otros.
El cinismo político del actual régimen es más poderoso que los recursos institucionales para impedir la transgresión de las normas jurídicas, políticas y éticas.
En esta era morena que vivimos, ya nada es sorpresa. Por eso, que una delincuente confesa haya sido colocada por el presidente López Obrador en la pista de despegue hacia la candidatura de su partido a la gubernatura del Estado de México, no decepciona a quienes pensamos que la ley es la gran ausente en la cabeza del Ejecutivo, y que el cinismo político del actual régimen es más poderoso que los recursos institucionales para impedir la transgresión de las normas jurídicas, políticas y éticas. Gracias a esta conversión de valores democráticos, Delfina Gómez será la candidata al gobierno que es la mayor joya electoral del país.
No hubo sorpresas por el resultado. Era la candidata que quería López Obrador, pero en abono de las casas encuestadoras, también era la mejor colocada en las preferencias morenas para el estado de México.
Gómez pertenece al Grupo Texcoco, que encabezan Martínez y Horacio Duarte, el actual director de Aduanas, que alcanzó 9.6 por ciento del voto, y sobre el cual hay temores de que pueda fracturarse el movimiento guinda. La posibilidad de ello se le ha venido planteando al presidente desde hace más de tres semanas, quien encargó a su operador político, Jesús Ramírez, que buscara evitarlo. Martínez fue citado el miércoles en Palacio Nacional, donde probablemente el presidente o algún otro funcionario menor le informó la “decisión que tomaría el partido”.
El senador Higinio Martínez es quien domina la maquinaria electoral del Edomex y sin él, muy difícilmente ganará Delfina, a no ser que el domador de Palacio arme un chanchullo para llevar a su Delfina al Palacio de Gobierno de Toluca.
Martínez y Horacio Duarte son los hombres fuertes del Grupo Texcoco. Los dos ex alcaldes del municipio del que Delfina fuera también entre 2013 y2015, y también, sin el apoyo de este núcleo, Delfina navegaría debilitada.
En su periodo como alcaldesa de Texcoco, Gómez retuvo unilateralmente 10 por ciento del salario de cientos de trabajadores municipales, y entregó más de 2 millones recaudados de manera “involuntaria” para la formación de Morena. El PAN presentó la denuncia ante el Instituto Nacional Electoral en 2017, en medio de la campaña para gobernador en el estado de México –donde perdió ante el priista Alfredo del Mazo–, que investigó los ‘diezmos’, como los bautizó la prensa, y presentó ante el Tribunal Electoral, que en enero de este año confirmó la multa que le impuso el INE a Morena por 4 millones y medio de pesos.
Gómez fue acusada por un delito electoral, pero también pudo haber sido acusada por uno penal, peculado, que de acuerdo con el artículo 223 del Código Penal, se aplica cuando un servidor público desvía recursos públicos para su beneficio, o para el de una tercera persona física o moral. Por menos que esto, la Secretaría de la Función Pública ha tomado acciones drásticas a nivel federal. Al nivel estatal recientemente el Órgano Superior de Fiscalización mexiquense castigó a 33 personas con sentencias de hasta 10 años de inhabilitación y multas por 5 millones de pesos.
¿Podría hacerlo ahora contra Delfina Gómez? Infortunadamente ya no; la victimizaría y entraría al proceso electoral como mártir, lo cual le sumaría votos.
Como quien dice, Alfredo del Mazo se apendejó o confirmó su decisión de entregar la plaza a Morena para asegurarse la embajada en Londres.