>> Este año se han brindado mil 922 consultas en servicios de psiquiatría y paidopsiquiatría de 60 hospitales
>> Ocupa octavo lugar en padecimientos frecuentes y en algunas unidades como el HR “1° de Octubre” abarca 50 por ciento de consultas en las disciplinas referidas
>> Quienes lo padecen requieren apoyo conjunto de especialistas de salud mental, además de madres, padres y maestros para mejorar su calidad de vida
>> Importante, eliminar el estigma de “niñas o niños problema” para prevenir bullying y depresión
Ciudad de México, 13 de julio (entresemana.mx). Al conmemorar el Día Internacional del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) exhortó a la población a conocer este padecimiento y sumarse al propósito de prevenir el maltrato y bullying a niñas, niños y personas que lo padecen, afirmó el director general, Pedro Zenteno Santaella.
Este es un importante problema de salud y motivo de 50 por ciento de las consultas en pacientes pediátricos de los servicios de psiquiatría de algunos hospitales.
Estadísticas proporcionadas por el titular de la Dirección Normativa de Prospectiva y Planeación Institucional, Hidalgo Borghio Ruiz Hernández, a través de la Subdirección de Aseguramiento de la Salud, reportan que el TDAH ocupa el octavo lugar entre las principales causas de atención en los servicios de psiquiatría y paidopsiquiatría de 60 unidades del Issste, entre hospitales generales y regionales, el Centro Médico Nacional “20 de Noviembre” y la Clínica de Neuropsiquiatría, donde de enero a la fecha se han otorgado mil 922 consultas por esta causa y 79 por ciento de los pacientes son del sexo masculino.
El especialista del Servicio de Psiquiatría del Hospital Regional “1° de Octubre”, Ricardo Guzmán Aburto, señaló que el TDAH es una alteración del neurodesarrollo, cuyos síntomas principales son inatención, hiperactividad e impulsividad, condiciones que afectan el rendimiento escolar y dificultan su interacción social.
Destacó la importancia de generar comprensión y empatía de la comunidad hacia estos pacientes y dejar de estigmatizarlos como “niñas y niños problema”, situación que puede propiciar aislamiento y rechazo por parte de sus compañeros, así como mayor riesgo de complicarse con ansiedad y depresión.
Explicó que el diagnóstico y tratamiento oportunos del déficit de atención y la hiperactividad desde la infancia, por parte de especialistas en psicología y psiquiatría, y la conformación de una red de apoyo y colaboración con padre, madre, tutores y maestros, permite mejorar la calidad de vida de las personas que lo padecen y reducir riesgos de maltrato y bullying.
También contribuye a evitar el desarrollo de otras complicaciones secundarias en la adolescencia y edad adulta, como el riesgo de caer en adicciones o debutar con síndrome bipolar e incluso esquizofrenia.
Lo recomendable, precisó el psiquiatra Guzmán Aburto, es hacer el diagnóstico entre los seis y nueve años. Antes de este tiempo es importante descartar que el origen del cuadro clínico se deba a cambios en la situación psicosocial del infante, como malcrianza o afectaciones en la dinámica familiar, que pueden confundirse con el TDAH.
El tratamiento es completamente personalizado, de acuerdo con los rasgos del padecimiento, la intensidad con que se presentan y las situaciones que vive cada paciente en las estructuras de convivencia con su familia.
El manejo puede hacerse de manera conjunta con psicología para dar terapia conductual y, si es necesario, utilizar algún tipo de psicofármaco.
“Es común que los padres tengan miedo a empezar a medicar a los niños, pero podemos decir que los medicamentos actuales indicados para TDAH son totalmente seguros, su uso no es generalizado y sólo se prescriben a quienes lo requieren. Los psicofármacos ayudan al control de síntomas, como disminuir la impulsividad y favorecer la capacidad de atención”, afirmó el médico psiquiatra.
En las clínicas y hospitales del Issste estamos abiertos para brindar la atención y es importante que si los padres identifican que sus hijos no pueden estarse quietos, no atienden recomendaciones, se distraen con facilidad, presentan bajo rendimiento escolar y reaccionan impulsivamente, los lleven a sus unidades para recibir valoración médica, porque de esto depende mejorar su calidad de vida, concluyó.