>> La atención de Biden no está en los migrantes; está en Europa
>> Del encuentro de hoy en la Casa Blanca muy poco qué esperar
Pensar es difícil. Por eso, la mayoría de las personas juzga
Carl Jung
FRANCISCO GÓMEZ MAZA. Muy pocas esperanzas hay de que, de la reunión de hoy martes 12 de julio, entre los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Joseph Biden, salgan soluciones definitivas o, por lo menos, realistas, al problema de las migraciones forzadas, provenientes, particularmente, de Centroamérica.
La propuesta de México, de financiar el desarrollo de la región para arraigar a la población en sus lugares de origen, donde campean pobreza y miseria, y miedo a la delincuencia, no ha tenido ningún eco en los oídos del presidente Biden y ni en los de los miembros del Congreso estadounidense.
Para el presidente estadounidense es más productivo invertir en la guerra contra un fantasmagórico comunismo en Europa del Este, en donde, por cierto, pareciera que va perdiendo el Pentágono. Y más ahora con la renuncia de Boris Johnson, el primer ministro de Gran Bretaña, socio de Estados Unidos en el gran negocio de la guerra.
La preocupación fundamental de Biden, ahora más que nunca, es Europa.
Financiar con miles de millones de dólares a los ucranianos para consolidar la hegemonía estadounidense sobre la Unión Europea y despojar a Rusia y sus aliados del poder que les dan el petróleo, el gas y los agro alimentos. ¡Y las armas!
Lamentablemente, Biden tendrá que comenzar con el apretón de las manos Del nuevo primer ministro del Buckingham Palace.
La renuncia de Boris Johnson vino a complicarle la vida al pensilvano. Y en uno de los momentos más difíciles de su pleito a muerte con Vladimir Putin y el chino Xi Jinping.
Con la caída de Boris Johnson, Biden no perdió a un Winston Churchill, premier de Gran Bretaña hace como 76 años, cuando estalló y terminó la Segunda Guerra, pero sí a una pieza fundamental para su guerra (la de Ucrania) contra los resabios de un viejo comunismo, sólo existente en su imaginación y en la de los republicanos y los demócratas conservadores del Congreso de los Estados Unidos. Ni siquiera en la mente de los corredores bursátiles de Wall Street ni de los grandes millonarios de Virginia.
Por todas estas realidades, la mente y el cuerpo de Biden no está ni en México, ni en Centroamérica ni en todo este continente.
Y entonces. Por qué se reúne con López Obrador.
Por agenda y hasta por presiones de conciencia.
América Latina es su territorio, su dominio natural como imperio, y nunca lo ha marcado, más que por las históricas invasiones y golpes de estado.
Obvio que está consciente de ello, principalmente en la actualidad, cuando ve que se le está yendo de las manos. Y que las invasiones y golpes de estado ya no le funcionarían ante pueblos más conscientes en la actualidad.
La inmensa mayoría de los países de este subcontinente ya no responde a los dictados de la Casa Blanca. Han tomado camino de la izquierda. Contrario al que camina Biden. Hasta la falsamente conservadora Colombia.
México, Honduras, Colombia, Bolivia, Perú, Argentina, Chile son ahora democracias progresistas. Y ya no vale por ningún motivo, menos por el miedo al comunismo, el boicot económico a la República de Cuba y a la República Bolivariana de Venezuela.
Así que Biden busca a López Obrador por ser su vecino distante y ejercer un liderazgo natural en Centroamérica y Sudamérica, como para hacer una especie de lavado de conciencia,
El estadounidense le prometerá mucho a López Obrador, pero va a resolver poco, muy poco, o nada, del problema de la migración forzada.
Biden, siendo parte del Partido Demócrata, es más conservador que su antecesor el republicano Donald Trump.
El fenómeno de la migración solamente fue un tema electoral para él. Prometió mucho a los migrantes, pero no les cumplió. Solamente buscaba el sufragio.
Y el presidente López Obrador lo sabe. Pero aprovecha su ascendencia negociadora con la Casa Blanca para afianzar su popularidad entre los millones de migrantes mexicanos, que pueblan ciudades y condados de Estados Unidos. Y que son un real factor de la economía del vecino país, del cual México es, por el momento, el segundo socio después de Canadá.
A DESFONDO: El presidente AMLO se despidió del grupo de periodistas asistentes a la desmañanada Mañanera para preparar su salida a Washington donde se reunirá con Joe Biden. Informó que en el viaje lo acompañan la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier (No estará el secretario de Hacienda porque se recupera de covid-19), el secretario de Agricultura, Víctor Manuel Villalobos Arámbula; Francisco Garduño, de Migración, y Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores…. El INEGI dio a conocer el Indicador Mensual Industria por Entidad Federativa. En marzo de 2022 y con cifras ajustadas estacionalmente, las entidades que mostraron los aumentos mensuales más pronunciados en su actividad industrial, en términos reales, fueron: Guerrero, San Luis Potosí, Tabasco, Nayarit, Michoacán de Ocampo y Chiapas. A tasa anual, en el mismo marzo, las entidades que registraron los crecimientos más significativos, en términos reales, en su producción industrial, fueron: Guerrero, Hidalgo, Tabasco, Morelos, San Luis Potosí, Baja California Sur y Michoacán de Ocampo.
En el sector de la Minería destacaron los ascensos reportados en Chiapas, Guerrero, Jalisco y Tabasco. En la Generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final, sobresalieron los aumentos en Morelos, Guerrero, Nayarit, Campeche, y Yucatán. En Construcción, los avances más relevantes ocurrieron en Tabasco, Hidalgo, Campeche y Morelos. En las Industrias manufactureras, los incrementos más altos se registraron en Hidalgo, Chiapas, Quintana Roo y San Luis Potosí.