Rosa Elena S. Barrios
Ciudad de México, 27 de junio (entresemana.mx). Pues llegó la quinta ola del Covid-19. Todo un caos ha resultado, filas enormes en los centros de salud, falta de logística en las clínicas del IMSS, donde todos tienen que esperar durante horas, a veces, muchas de ellas a la intemperie, sin que importe la edad o los síntomas con los que acuden los pacientes. En la Ciudad de México mucha gente quejándose porque ya no encuentran pruebas como en las ocasiones anteriores y terminan pagando en laboratorios privados, mermando su ya deteriorada economía por la alta inflación.
La política de salud contra el Covid-19 la hemos vista bastante relajada desde un inicio cuando se nos decía que no era necesario el uso de cubrebocas, que saliéramos a consumir a los restaurantes. En esta quinta ocasión, con más de 15 mil casos nuevos a diario, es lo mismo, no hay comunicación asertiva y preventiva dirigida a la población. A pesar del riesgo, se deja pasar la especulación, pareciera que no pasa nada.
En casa esta semana estuvimos encerrados porque el bicho nos alcanzó. Decidimos, como muchos, pagar por recibir resultados inmediatos, para saber si debíamos aislarnos o no. Tuvimos que hacerlo. Lo bueno de esta experiencia es saber que ahí están los abuelos, los tíos, los primos, los amigos, los vecinos, pendientes todos los días, atentos a lo que se pueda necesitar. El amor es medicina.. Bendita familia.
Debo reconocer que tenemos personal de salud, médicos, enfermeros, trabajadores sociales bien chingones, con gran calidad humana y preparación, pero no tienen fácil su trabajo porque el sistema de salud noruego o danés que se nos ha prometido nada más no llega.
Porque esas promesas son palabra huecas. Lo que necesitamos es que se trabaje en la estructura y política sanitaria de México, de acuerdo a nuestras circunstancias, pensando primero en todos los mexicanos.
Podríamos escribir un libro con solo los testimonios de un solo día con respecto a las fallas en la atención a los enfermos, que se dan, no por culpa del personal, sino por el descuido de las autoridades, de quienes deben proveer las herramientas, los medicamentos, los insumos, por quienes tienen el mando y no actualizan un sistema rebasado y que no funciona como debería.
Es reprochable que el personal de salud tenga que salir a las calles, hacer paros, para exigir que les den lo necesario para atender a las personas con Covid-19, porque es la base la que se preocupa, la que atiende, la que se arriesga, porque en tres años los que están atrás de un escritorio e informando en la tele no han podido avanzar, tecnificar, simplificar nuestro sistema de salud.
Necesitamos menos discurso en las mañanas, dejar el chisme y ponerse a trabajar. ¡Ya!
CHANCLAZO. No se trata de estar a favor o en contra del aborto, se trata de estar a favor del derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo y sus circunstancias. Un tremendo retroceso la decisión de la Corte de EEUU al revocar el derecho al aborto. Solo hay que preguntarse cuántas mujeres mueren o se ven afectadas al año por tenerlo prohibido. De acuerdo a un artículo publicado en 2020, en la revista “Medicina y ética”, el aborto provocado ocupa el doceavo lugar de las muertes maternas en México.