Ciudad de México, 14 de junio (entresemana.mx). Alejandro Moreno Cárdenas, dirigente nacional del PRI, se aferró y no abandonará el cargo hasta el 19 de agosto de 2023, al tiempo que señaló que no se dejará intimidar por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, por la inspección que hicieron en su casa de Campeche.
Luego de su reunión con Dulce María Sauri, Beatriz Paredes Rangel, Claudia Ruiz Massieu, Manlio Fabio Beltrones, Humberto Roque Villanueva, José Antonio González Fernández, Roberto Madrazo y el senador Miguel Ángel Osorio Chong, el campechano prometió que en el seno del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) organizará reuniones mensuales de análisis sobre la realidad de su partido.
Durante cuatro horas y media, en el Salón Presidentes de la sede nacional priísta los ex dirigentes expresaron sus preocupaciones sobre el rumbo de su partido bajo la actual dirigencia, en manos de Moreno Cárdenas, que ha sufrido durante su gestión la pérdida de 10 de las 12 gubernaturas que ostentaba antes de que llegara a dirigir al PRI.
Varios de los ex dirigentes nacional del PRI pusieron sobre la mesa la renuncia de Moreno en un intento por rescatar al partido del tobogán en que se encuentra sumido así como revisar la alianza con PAN y PRD para evitar que se tomen decisiones “unilaterales y centralistas “como la de aplicar la “moratoria legislativa”.
Sin embargo, Moreno dejó en claro que no dejará la dirigencia nacional pues fue electo por 4 años. “A mi no me puso ningún presidente de la República”, recordó.
A la salida de la reunión, Dulce María Sauri Riancho expuso con amplitud que la respuesta de Alejandro Moreno fue tajante ante la exigencia de su renuncia, y no abandonará -como lo establecen los estatutos de ese partido- la presidencia partidista.
La yucateca, respondió amable a las preguntas, pero endureció el rostro cuando se refirió a la postura del dirigente de su partido, y ella acotó: “el 18 de agosto de 2023, ni un día más.”
Y en entrevista radiofónica, el coordinador parlamentario del PRI en el Senado, Miguel Ángel Osorio Chong precisó que el actual líder nacional del tricolor, es dirigente “no dueño del partido”.
Del encuentro no hubo ni un solo acuerdo concreto, cada uno de los presentes aportó su visión del PRI, y al salir cada quien por su lado así lo dejaron ver. Desdeñosos, no atendieron a los reporteros que esperaron horas.
La única, Dulce María Sauri, fue explícita sobre el obvio desacuerdo y la tormenta que se cierne sobre ese partido.
Por su parte, Alejandro Moreno volvió a culpar de sus males al gobierno federal “quiere al partido, e instituir una dictadura. No hay que hacer el juego al gobierno, ahora resulta que este gobierno anti democrático, que no tiene brújula, va a ser la fuente de la verdad”.
Al final de la reunión el campechano, que curiosamente convocó a reunión a los dirigentes priístas en los estados, se reunió con ellos y les dijo que no se irá del partido. Después, para festejar entre los suyos, organizó una comida privada, en una carpa a un costado del auditorio Plutarco Elías Calles.
A esta reunión, se sumaron de último momento, los ex dirigentes del PRI, Roberto Madrazo, Dulce María Sauri Riancho, José Antonio Fernández y Jorge de la Vega Domínguez a los otros 7 que firmaron la carta donde solicitaron este encuentro con Moreno.