EDUARDO MERAZ. Mala semana para el presidente sin nombre y sin gracia, quien un día dice querer una oposición fuerte y al siguiente la considera estorbosa; decide crear una empresa de la Marina para administrar obras, justo cuando se conocen actos de corrupción entre sus miembros, por venta de avituallamientos y el robo de 20 contenedores en el puerto de Manzanillo.
Además, el mandatario sin gracia, que presume su cercanía y contacto con el pueblo bueno y sabio, en su gira por Oaxaca para atender las necesidades de la gente por el paso del huracán Ágatha, lo mantiene cercado y resguardado por su equipo de seguridad para que no se le acerque.
Crítico del rescate financiero a los bancos, ahora nos endilga el “Fobaproa en telecomunicaciones”, que se suma al “Fobaproa energético” -para rescatar a Pemex y la CFE- que implican destinar nuestros impuestos a salvar amigos y socios, que significan cientos de miles de millones de pesos.
Así, entre estorbos, cercos y rescates, se conoce realmente como el cuatroteísmo está conformado por una verdadera parvada de “zopilotes”, que acechan los recursos públicos para apropiarse de ellos, por las buenas o por las malas.
No conforme con esta zopiloteada de la riqueza de los mexicanos, el oficialismo quiere el campo libre para reducir a su mínima expresión la democracia, a través de una reforma electoral regresiva y absolutista.
Y más cuando las elecciones del pasado domingo, mostraron lo endeble de los triunfos de Morena sus aliados el 5 de junio, confirmando la tendencia registrada hace un año.
En efecto, en lo que podríamos denominar el “voto subyacente” -retomando el esquema del Banco de México al analizar la inflación- deja ver que la obtención de más cargos de representación obtenidos por el morenismo, va acompañada de una creciente decepción social hacia el gobierno del presidente sin nombre.
De acuerdo con algunos estudios comparativos sobre lo ocurrido en las seis entidades federativas que celebraron comicios para renovar gubernaturas, en relación con 2018, se nota el declive de Morena en los últimos años, lo que se hizo evidente en 2021 y en la consulta de revocación de mandato de este año
A pesar del aumento en el número de votantes, entre 2018 y 2022, el partido en el poder en estos seis estados perdió -en estos cuatro años- cerca de 450 mil sufragios; es decir, una pérdida del 20 por ciento, mientras el PAN y el PRI registraron un leve aumento.
De acuerdo con estudiosos, si este mismo esquema se ve a la luz de las alianzas, la oficialista y la opositora, se nota mayor solidez en esta última. En el lapso mencionado, en esta media docena de entidades, el descalabro para la coalición “Juntos Haremos Historia” es mayor al registrado por la alianza “Va por México”.
Es decir el “voto subyacente” jugará un papel fundamental en las elecciones futuras, en especial para 2024, porque no sólo se evaluará a los gobiernos de los partidos de oposición, sino también a las administraciones morenistas, locales y federal, que iniciaron en 2018.
Bien puede aventurarse la hipótesis de que las dimensiones de la “zopiloteada” será inversamente proporcional al número de votos para gobierno del mandatario sin gracia.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
La “Ley Mordaza” que acaba de decretar el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, desnuda la “vocación democrática” d
l mandatario, cuya falta de imaginación e inteligencia para frenar la violencia e inseguridad la demostró en la Secretaría de Seguridad federal, cuyo mayor logro fue la liberación de Ovidio Guzmán, en el famosísimo “culiacanazo”.
@Edumermo