ENTRESEMANA/ El retrógrado de Palacio

MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN. El Santo Patrono de los otros datos le trae “unas ganas” a la Universidad Nacional Autónoma de México, tantas que miente vilmente y utiliza cualquier pretexto para descalificarla, golpearla, insultarla, restarle méritos.

¿Será por qué no se siente universitario?

En realidad anímicamente nunca tuvo pertenencia a la UNAM, menos a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la que dice haber egresado en 1976, cuando en todo caso estaría en el sexto semestre, restándole cuatro de acuerdo con el plan de estudios de esos tiempos.

Bueno, bueno, para personajes como él, vinculado a políticos priistas de las ligas mayores, no era imposible cursar la carrera sin asistir a clases y obtener el título correspondiente.

Son contados ex compañeros de la FCPyS que recuerdan haberlo visto en la que conocimos como “la escuelita” por su tamaño que rivalizaba con las instalaciones de Economía, Ciencias y Derecho en el campus de Ciudad Universitaria.

“Se la pasaba en la cafetería, nunca entraba a clases”, comenta un ex compañero de aquella extraordinaria Facultad. Otro dice que lo veía de vez en cuando, mas no en el salón de clases.

Y, en efecto, el entonces activista Andrés Manuel andaba en lo suyo que no era estudiar; soñaba con ser gobernador de Tabasco y operaba en la entidad y en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco. La fiebre de la Presidencia de la República la pescó cuando dejó al PRI y se juntó con Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, especialmente, quienes aspiraban a ese cargo pero se quedaron con la aspiración.

Pero, vaya, ¿cómo se califica a quien atenta contra su propia alma máter? Hay adjetivos varios como desleal y traidor que le ajustarían al retrógrado Andrés Manuel, adjetivo que aplicó a los médicos mexicanos que se han convertido en sus clientes y los imaginaría atados al pasado, reacios a innovar.

Y no es percepción personal. No. Lea usted.

“Es como el caso, con todo respeto, de mi alma máter, de la UNAM, y como yo siempre digo lo que pienso, no me voy a callar, a reclamarles de que enfrentamos la pandemia y, en vez de convocar a todos los médicos estudiantes a enfrentarla, a ayudar, se fueron a sus casas. Eso no deben hacer las universidades, ni públicas ni privadas, pero mucho menos las públicas y mucho menos la UNAM, pero entiendo”, dijo Su Alteza Serenísima Andrés Manuel I con ese abuso del poder con el que injuria y estigmatiza a sus clientes en la mañanera.

Y confió a Noemí Gutiérrez, reportera de Reporte Índigo:

“Entonces, qué bien que me preguntaste lo de los médicos porque tenía yo unas ganas… O sea, porque los estoy viendo”.

Y es que le preguntaron cuándo y dónde van a empezar a laborar los 500 médicos cubanos que admitió haber negociado con su homólogo de Cuba, y sobre todo el sueldo porque ha habido muchas críticas de algunos colegios y federaciones de médicos que están en contra de esta medida.

La pregunta molestó al licenciado presidente. ¿A poco no? Por eso se arrancó con los calificativos que le son propios.

“Eso también –acotó–, con todo respeto, ayuda mucho a atender el pensamiento conservador. Yo ofrezco disculpas por la manera en que respondo, pero si lo hago con mucha sutileza no se entiende y tenemos que ser muy claros. Porque una de las cosas que ha caracterizado al régimen de corrupción ha sido la simulación y como que ya es tiempo de definiciones, de hablar con claridad.

“(…) Entonces, el caso de estos médicos, que respeto mucho, es parte ese pensamiento conservador”.

Confirmada la advertencia, de su ronco pecho que no es bodega salió la queja falaz cuando aseguró que se contrató a los médicos cubanos “porque no tenemos médicos, porque el sistema de corrupción que defendieron esos médicos que firman esos documentos dejó de invertir en la educación pública y querían privatizar la educación, y por eso inventaron lo de los exámenes de admisión, no para que sólo entraran los que pasaran el examen, sino para que entraran sólo los que tenían cupo o para llenar el cupo disponible, que cada vez era más reducido”.

¿Qué le parece? Seguramente sus asesores no le informaron que hay 52 mil médicos desempleados en el país.

Pero, ¿qué cree?, asegura que los médicos cubanos van a ganar lo mismo que ganan los médicos mexicanos. Aunque no hay un solo médico que trabaje en el sector salud que gane 140 mil pesos mensuales, como ha trascendido que ocurrirá.

La versión es que el grueso del pago se entregará al gobierno cubano y éste decide cuándo y cuánto pagará a sus galenos que, ojalá y sea cierto, irán a trabajar a zonas pobres del país.

¡Ah!, luego dijo que están contratando a todos los médicos pero, adujo, “como ya sabemos que no vamos a tener para cubrir toda la red de centros de salud, de unidades médicas rurales, de hospitales, pues por eso ya estamos haciendo este convenio de traer 500 médicos”. ¡Sopas! 500 isleños frente a 52 mil galenos mexicanos desempleados.

–O sea, presidente…–le quiso preguntar una reportera, pero como ya estaba encarrerado, atajó:

–Permíteme, es que es muy interesante esto, porque es mucha irracionalidad, es mucho egoísmo, es una actitud muy retrograda de estos señores.

Pero, pero, resulta que de pronto se quedó sin datos, cuando Noemí Gutiérrez le pidió citar los estados donde van a trabajar los médicos cubanos y, en este caso de Guerrero, ¿qué número de médicos van a ir ahí?

–No sabemos—respondió el licenciado presidente.

–Y ya aprovechando que está el secretario de Hacienda, ¿cuánto se va a destinar para esta contratación? ¿Y también para la compra de las vacunas para niños que había comentado?

–Sí, todavía no sabemos, todavía no sabemos cuántos, pero en general son 500. Pero –el Santo Patrono de los otros datos desvió la respuesta– ya Reporte Índigo, o sea, campaña en contra de lo de los médicos de Cuba.

–Presidente, nada más si nos puede precisar la fecha en que van a comenzar a trabajar los médicos cubanos en México.

–Todavía no tenemos la información, pero se la hacemos llegar. Es que todavía no han llegado…–ofreció y reiteró el sonsonete “Nosotros no tenemos nada que ocultar. El que nada debe, nada teme”.

Bueno, bueno, el licenciado presidente dijo que hay chamba para los médicos desempleados pero no quieren ir a zonas alejadas. En serio, ¿ya les preguntó?

¡Ah!, asegura que también por la formación que recibieron, “o sea, el neoliberalismo nos hizo muchísimo daño porque puso por delante lo material, el individualismo. Antes cuando menos se decía que había en el servidor público emoción social. Todo eso se acabó, no hay mística, no hay principios”.

¡Canijos médicos individualistas y retrógrados!

Peeero la UNAM no se quedó callada y le respondió.

Recientemente, refirió la Máxima Casa de Estudios mediante comunicado, en forma pública se ha cuestionado la labor de nuestros estudiantes durante la pandemia, sugiriéndose que la Universidad Nacional Autónoma de México impidió a las y los alumnos, en sus diferentes grados académicos, participar con las  autoridades sanitarias federales y locales en la lucha para la superación de la crisis sanitaria que tantas vidas cobró en nuestro país. Al respecto es pertinente hacer algunas aclaraciones.

Y entre estas aclaraciones recordó al licenciado presidente que “fue la autoridad sanitaria la que, con fecha 19 de marzo del 2020, en su oficio DGCES.DG-037-2020, suspendió todas las actividades de los ciclos clínicos de pregrado, solicitando a los directores y directoras de Hospitales y Jurisdicciones sanitarias que los estudiantes no acudieran a las instituciones de salud”.

El caso es que, con pruebas, la UNAM desmintió al falaz retrógrado de Palacio. Incluso la Facultad de Medicina puntualizó a Su Alteza Serenísima que estudiantes, médicos pasantes, egresados y fisioterapeutas de esa Facultad intervinieron en la organización y operación de la unidad temporal Covid Citibanamex, la cual atendió a más de 9,000 pacientes y por lo que fue acreedora al premio “ciencia e innovación en el combate contra la covid” de la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL). ¿Médicos retrógradas? Retrógrado el Duce que gobierna con la vista en el pasado del que copia dichos y hechos. Primero los médicos…cubanos. Digo.

COMO ME LO PLATICARON DESDE MORELOS. Resulta que Ulises Bravo, el hombre fuerte de las finanzas y considerado el poder tras el trono en el Gobierno del estado de  Morelos, salió del hospital donde estuvo internado casi un mes por una presunta pancreatitis alcohólica.

Durante su ausencia, Víctor Mercado entró al relevo y en medio de versiones relacionadas con la gravedad de Ulises, suspiró en convertirse en el sustituto permanente y ocupar un lugar en el corazoncito y la confianza de Cuauhtémoc Blanco.

Pero, ahora Mercado rema cuesta arriba porque Cuau necesita un hombre que domine el arte de los dineros y sea interlocutor válido con todas las fuerzas políticas que conviven en Morelos…y Mercado no cumple con el perfil.

Se prevé que Mercado sea relegado a «damo de compañía del Gobernador»,  una vez que Ulises formalice su retorno y continúe operando las negociaciones políticas y, ¿usted cree?, algunos negocios personales. Conste.

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