ARMANDO ROJAS ARÉVALO. MARÍA DE LOURDES: Tú sabes, es más, todos los mexicanos sabemos, que en este país no hay oposición formal, más que en redes sociales por parte de ciudadanos que mientan madres contra el presidente, su gobierno y su ola de odio y salen corriendo porque no quieren que se les identifique. Que digas, “los partidos de oposición, ¡uy!”, nomás no. La real oposición está en la sociedad, pero éste no está debidamente organizada.
Seamos claros, la oposición es comprable; más en el Congreso, cuando se busca con uno o dos votos inclinar la balanza a favor de una de las somníferas y hasta alevosas iniciativas del Ejecutivo. Alguien se pasa a otro partido, en especial MORENA, o se queda “como bancada independiente”, pero vota a favor de la propuesta. Las mentadas le entran y le salen por los oídos.
La oposición, querida MARIA DE LOURDES, la de la piel olor a Samsara, es comprable. Los votos a favor dependen de las multas que condonen a tal a o cual partido, a las posiciones que les otorguen en la integración de los nuevos congresos, de que les mantengan sus “prerrogativas” ($), y hasta de que les aprieten donde les duele a los líderes por algo que hicieron en el pasado y les amenacen con revivir esos “pecados”. O que los hagan embajadores.
Los votos en contra dependen de cómo el Ejecutivo niegue favores, los ataque o que pase “por alto” las traiciones para luego cobrárselas caro. Todo tiene un precio. La “incondicionalidad” tiene un precio. A veces es pactada, a veces convenida. “No te cobro lo que me debes y no te meto a la cárcel, pero te quiero junto a mí”. Por ejemplo, el PVEM con MANUEL VELASCO COELLO, quien tiene tanta cola que le pisen que la cadena perpetua le quedaría chica, o el Pacto por México con PEÑA NIETO.
Veo las cosas con objetividad. En política valen las negociaciones. “No te cobro, pero vota por mi iniciativa”, “si votas en contra de mi propuesta, te voy a exhibir y consignar”, “voy a ignorar lo que te hiciste, pero quiero tu voto”. Etcétera.
ANTONIO SOLÁ, el consultor político español a quien le atribuyen hacer presidentes, dice: “Una cosa que aprendí con CALDERÓN –al que presuntamente “hizo”- es que los mandatarios llegan con sus virtudes, que crecen, pero también llegan con sus defectos…que crecen”.
Un candidato gana cuando los valores del candidato se empatan con los valores de una sociedad, de un electorado. El mayor empate del valor es la confianza, y después el conocimiento, después el afecto y después el interés…” Es una lógica humana que tiene que ver con la capacidad perceptual. No se preocupen
Las historias envuelven el mundo. Las historias forman el mundo. Una historia son hechos envueltos en emociones. ANDRÉS MANUEL cuando llegó a imponer una historia que él contó, después de 18 años intentándolo. Esa historia ha creado patrones en las conversaciones del México de hoy…Ha llevado a los mexicanos a donde él quería, pero no va a pasar nada…” Va a gobernar los próximos 50 o 70 años. Como los presidentes que ahora hay ahora en la mayoría de los países del mundo. Es un presidente de transición. Quiere entregarle el poder a una generación que entienda los problemas que estamos teniendo en el mundo.
SOLÁ dice, y estoy de acuerdo: La oposición es parte del problema, que decodifica ANDRÉS MANUEL todos los días, cada mañana. El PAN, el PRI y los demás partidos “de oposición” son parte del problema y no de la solución. Mientras la oposición no sienta que es parte de la solución y muestre dónde está la luz al final del túnel va a seguir siendo parte del problema. Por lo tanto, ANDRES MANUEL va a lograr no ser él el próximo presidente, pero va a dejar un presidente.
Los seres humanos somos un rebaño y éste necesita ser pastoreado.
Duros comentarios, pero todos sabemos que así es y así va a hacer. ANDRÉS MANUEL está haciendo todo para preservar el poder por 50 o 60 años, modificando todos los esquemas para hacerlos a su causa.
CLAUDIA SHEIMBAUN, MARCELO EBRARD y el secretario de Gobernación han sido públicamente “destapados” por el propio presidente. Eso no ocurría antes. Había una especie de pacto no escrito o palabras que no se decían pero eran interpretadas.
ANDRÉS MANUEL quiere acabar con todo lo que está escrito y aprobado. No quiere que nadie se le interponga. Ni ley ni personas, y mucho menos partidos. Estos lo saben y dan patadas desesperadas.
Todo tiene un precio.
Ya lo veremos próximamente. No es necesario esperar mucho tiempo para ver que sus deseos recibirán el beneplácito. Sus propuestas serán aprobadas. Se puede pronosticar que los partidos le harán retoques a la iniciativa de reforma electoral, sólo de cosmética. Así, todos contentos.
La oposición en México es comprable.