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HÉCTOR MOCTEZUMA DE LEÓN. Si el ex presidente Donald Trump dobló al presidente Andrés Manuel López Obrador con la amenaza de imponer aranceles a las exportaciones mexicanas, el actual mandatario norteamericano, Joe Biden le tiene una sorpresa, una Mega Doblada, que no es otra cosa que la mayor deportación de migrantes, no sólo mexicanos, en la historia de las relaciones bilaterales entre los dos países.
En los años 30 del siglo pasado, después de la gran depresión del 29, el gobierno del presidente Franklin Rooevelt nos devolvió a miles de mexicanos que habían logrado internarse en suelo estadounidense en busca del sueño americano.
En México el gobierno tuvo que implementar un plan de emergencia, creando parcelas para dar trabajo a los hombres del campo que fueron devueltos, así como para mitigar las carencias de quienes no lograron pasar del otro lado.
Hoy las condiciones son otras, no hay recursos para garantizar empleo digno, mucho menos tierra para crear nuevas parcelas, para quienes se frustran en su intento de cruzar la frontera o a quienes la cruzan y los devuelven.
Hoy las condiciones son diferentes, porque además de los connacionales que lograron cruzar la línea divisoria, el gobierno de Biden también nos devolverá a migrantes centroamericanos, muchos de los cuales se quedarán en México en busca de las oportunidades que no tienen en sus países.
Biden tiene suficientes razones para proceder con dureza ante los migrantes, la crisis resultado de la pandemia, demanda empleos para los norteamericanos que definitivamente tiene prioridad para su gobierno, además de los desafíos del tabasqueño, sobre todo cuando no reconoció su triunfo cuando casi todos los mandatarios del mundo lo hicieron.
Y mientras el presidente de México Andrés Manuel López Obrador prefiera viajar a Centroamérica, incluyendo a Cuba, en lugar de pararse frente al mandatario estadounidense para buscar una solución, el conflicto se agrava y el más perjudicado es nuestro país. Ya no estamos en la guerra fría señor presidente. Las bravuconadas al estilo Luis Echeverría ya no espantan a nadie del otro lado de la frontera.
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Yo no veo más que a tres,”veo con mayor presencia y fuerza a Claudida Shenibaum, la jefa de Gobierno; a Marcelo Ebrard y a un servidor”, aseguró Ricardo Monreal, quien más tarde incluyó a Adán López, a quien lo destaparon en Tabasco este domingo, e hizo una seria advertencia: “si los cuatro no nos ponemos de acuerdo y uno de ellos, el que salga con el 10 por ciento, ya no pidas más, con el 10 por ciento de la intención de voto que arrastre afuera”. Monreal insiste en encartarse, aunque reconoce que “obviamente no tendré el cobijo de la cúpula. No sueño con eso, ni estoy esperando que a mí me señalen o que digan que es este. No, nunca ha sido así, perdería mi esencia, por eso yo digo, sin afán peyorativo: yo soy de los de abajo, y deseo que los de abajo me respelden y me apoyen, porque estoy muy alejado de las cúpulas”. Huele a retirada, ¿no cree usted? Por cierto Monreal estará hoy en Tampico en la Asamblea Nacional de los Ganaderos, en donde dictará una conferencia sobre las iniciativas para el sector pecuario…”Tamaulipas necesita alguien con Güevos, que no le tiemble la mano”, es la propuesta y el nivel de la campaña de César Verastegui. quien se hace llamar El Truko y es compadre del gobernador Francisco Javier Cabeza de Vaca.
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