Ciudad de México, 28 de abril (entresemana.mx). Al cuarto trimestre de 2021, sólo las personas jóvenes “con estudios de preparatoria y universidad han logrado recuperarse, e incluso superar el nivel de empleo observado antes de la pandemia”, señala un reporte del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
Si bien este sector de la población resistieron más los efectos físicos del Covid-19, no ocurrió lo mismo en materia laboral. A la fecha se registra, entre los jóvenes, una alta tasa de informalidad de hasta 68%, además de ser uno de los más vulnerables ante los despidos.
El 33 por ciento de la población en edad de estudiar una carrera decide no hacerlo y comienza a trabajar sin estudios superiores en un mercado laboral cada día más exigente y complicado”; es decir, un tercio de la población en edad de estudiar una carrera no continúa en la educación superior.
El problema es que al entrar al mercado laboral ganará, en promedio, 14 por ciento menos que sus pares y tendrá más posibilidades de estar en la informalidad.
De acuerdo con el IMCO, quienes cuentan con grado de bachillerato incrementaron casi 10% su tasa de empleo y los universitarios, cerca del 9 por ciento. Sin embargo, el informe señala que los jóvenes sin preparación son más vulnerables en el mercado de trabajo
“En 2019, 1.4 millones de jóvenes se graduaron del bachillerato, cifra 1.6 veces mayor que hace una década. De esos graduados, dos de cada tres iniciaron una licenciatura o una carrera técnica”.
El ingreso promedio mensual de la población de entre 15 y 24 años es de 5,700 pesos, señala el Imco con base en la información de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
Por niveles de escolarización, las personas jóvenes que estudiaron sólo la primaria ganan en promedio un poco más de 5,100 pesos al mes. Si concluyeron la secundaria, su salario mensual sube a 5,420 pesos en promedio. Con el bachillerato pueden aspirar a 5,600 pesos y si tienen una carrera profesional podrían ganar casi 6,700 pesos.
Debido al impacto de la pandemia, las trabajadoras y los trabajadores jóvenes con estudios de primaria o de secundaria tuvieron una caída de casi 15 por ciento en sus puestos de trabajo, porcentaje que disminuye a 8 entre quienes cuentan con estudios de preparatoria y a 5 de quienes estudiaron una licenciatura, según el reporte.