Norma L. Vázquez Alanís
Ciudad de México, 19 de abril (entresemana.mx). Como cada 23 de abril, este año también se celebrará el Día Internacional del Libro -instituido en esa fecha desde 1995 por la Conferencia General de la Unesco- con una serie de actividades en los distintos países del orbe que seguramente atraerán la atención tanto de personas dedicadas al mundo de las artes y las letras, como a los fanáticos de la lectura.
La data elegida es simbólica para la literatura universal porque coincide con la desaparición física de los escritores William Shakespeare, Miguel de Cervantes e Inca Garcilaso de la Vega; este día se rinde homenaje a los libros y a los autores, además de que fomenta el acceso a la lectura para el mayor número posible de personas.
Sin embargo, este acontecimiento tuvo su origen hace 96 años, cuando el escritor y editor valenciano Vicente Clavel Andrés propuso a la Cámara Oficial del Libro de Barcelona la idea de establecer un Día del Libro y gracias a la intervención del entonces ministro de Trabajo, Eduardo Aunós, se obtuvo el decreto real para determinar como fecha para tal efecto el 7 de octubre de cada año y fue en 1926 la primera vez que se celebró la denominada Fiesta del Libro Español, antecedente directo de la actual.
Para 1930 por razones de precisión histórica, la fecha del 7 de octubre, es decir dos días antes de la que aparece en la partida de bautismo de Cervantes, se cambió al 23 de abril, data fidedigna de su muerte y que, en Barcelona, España, coincide con la celebración de San Jorge, patrón de Cataluña, Aragón e Inglaterra.
Si bien al principio la fiesta tenía más importancia en ciudades universitarias, con el paso de los años cada urbe empezó a celebrar este día de una manera única y diferente, estableciendo sus propias tradiciones y valores para fomentar la lectura, así como disfrutar de la literatura de una manera amena y divertida, porque el Día del Libro se celebra de mil y una formas en casi todo el planeta.
Anualmente se elige una Capital Mundial del Libro para promover su difusión y fomentar su lectura a través de diferentes programas; este 2022 toca el turno a Guadalajara, capital de Jalisco, que tiene preparado un maratón de lectura en voz alta de la novela publicada en 1995, Ensayo sobre la ceguera, del escritor portugués José Saramago, como homenaje por el centenario de su nacimiento. Será un evento presencial en el Paseo Fray Antonio Alcalde, a un costado de la Presidencia Municipal de Guadalajara, el sábado 23 de abril.
Vicente Clavel Andrés, creador del Día del Libro
Vicente Clavel Andrés empezó su travesía como editor en su natal Valencia en 1916, tomó como modelo inicial la Editorial Prometeo de Vicente Blasco Ibáñez y Francisco Sempere, dos años después decidió irse a Barcelona, donde instaló su Editorial Cervantes en la Rambla de Cataluña número 72, la cual llevó a cabo una destacable tarea profesional y cultural hasta entrados los años 60.
Clavel Andrés tuvo un alto grado de implicación personal-profesional con su empresa a través de su labor como traductor, prologuista e incluso escribiendo él mismo algunas obras, lo que no le resultó difícil pues durante años había sido periodista para la publicación El Pueblo de Valencia con Félix Azzati. Fue activista republicano antes de dedicarse al negocio editorial.
Pero sin duda, Vicente Clavel Andrés es célebre y reconocido en la historia de la edición en España por haber conseguido sacar adelante gracias a su empeño personal su idea, concebida desde 1922, de establecer en su país de manera oficial un Día del Libro.
Los años transcurridos desde entonces han puesto de manifiesto la concordancia entre la celebración del Día Internacional del Libro y la de San Jorge en el calendario festivo de Barcelona; las calles de la ciudad se llenan de miles de libros y rosas que se regalan a parejas, amigos y familiares. Lo de los libros resulta obvio, pero… ¿y las rosas?
La leyenda de Sant Jordi
El Ayuntamiento de Barcelona explica que esta conmemoración tiene su origen en la Edad Media cuando el caballero Jordi, que estaba bajo las órdenes del emperador Diocleciano, se negó a acatar el mandato de perseguir a los cristianos, por lo que fue martirizado y decapitado; muy pronto comenzaron a venerarlo como mártir e inmediatamente aparecieron historias fantásticas ligadas a su figura. Y en 1456 se convirtió en el patrón oficial de Cataluña.
Ese es su origen histórico, pero la leyenda cuenta que un día llegó un dragón a la villa medieval de Montblanc, en el sur de Cataluña, y al principio se quedó en las afueras del pueblo, pero cuando comenzó a acercarse a las murallas los vecinos tuvieron que alimentarlo para que no se internara más y se comiera a las personas. Primero le dieron ovejas, luego bueyes y finalmente los caballos del pueblo.
Un buen día se quedaron sin más alimentos, y para evitar que entrase el dragón en la villa decidieron que iban a sacrificar cada día a un habitante al que seleccionarían mediante un sorteo, incluyendo a la familia real; la suerte quiso que el primer habitante de Montblanc a sacrificar fuera la hija del rey.
A pesar de las suplicas de su padre, la princesa estaba decidida entregarse a su destino, se puso delante del dragón para afrontar su suerte, y cuando el dragón se disponía a devorarla, de repente apareció de la nada un caballero en su caballo blanco. Tras un forcejeo logró matar a la bestia y de la sangre que se derramó en el suelo brotó un rosal de rosas rojas, el caballero Jordi tomó una de las rosas y se le entregó a la princesa. Desde entonces se mantiene la tradición según la cual los hombres regalan a sus damas una rosa roja por el Día de Sant Jordi.
El folklorista Joan Amades fue quien se encargó de recopilar los datos para armar esta historia y en los años 50 del siglo pasado se dedicó a recorrer a pie o en burro las poblaciones catalanas, donde escuchó todas las tradiciones, narraciones y rituales por parte de sus habitantes; el resultado fue una compilación publicada en cinco volúmenes bajo el título de Costumario catalán, que se ha convertido en el referente más importante de la cultura de Cataluña, y por él se conoce completa la leyenda de Sant Jordi.
Actualmente Montblanc se conserva como villa medieval y en honor a la leyenda, dos fines de semana consecutivos del mes de abril la ciudad revive su pasado y calles, plazas y torres de las murallas visten los estandartes señoriales de antaño, se representan escenas de la vida cotidiana en la Edad Media, de instituciones como las Cortés Catalanas, hay un mercado medieval y, por supuesto, se representa en vivo la leyenda de Sant Jordi.
¿Y las rosas? Si bien se mencionan en la leyenda, hay una huella histórica que no debe pasarse por alto si se habla de la tradición de regalar rosas, se trata de la “Feria de las rosas” que se estableció en Barcelona en el siglo XV, entonces todas las mujeres que asistían a misa en la capilla de Sant Jordi el 23 de abril recibían una rosa roja. Y pocas eran las que se querían quedar sin ella.
Premio Cervantes
Y no hay que olvidar que en esta jornada que simboliza al libro y su importancia para la cultura, también se entrega el Premio Cervantes, un galardón con mucho prestigio que se otorga a autores hispanoamericanos en la localidad de Alcalá de Henares, lugar de nacimiento de Miguel de Cervantes; fue instituido en 1976 y está considerado como el reconocimiento literario más importante en lengua castellana porque está destinado a distinguir la obra global de un autor cuya contribución al patrimonio cultural hispánico haya sido decisiva. Este año se entregará a la poeta uruguaya, afincada en Barcelona desde hace medio siglo, Cristina Peri-Rossi.
En Madrid se realiza, asimismo, la lectura continuada de una de las grandes obras de la literatura española, Don Quijote de la Mancha; se trata de 48 horas ininterrumpidas en las que escritores y personas insignes del mundo de la cultura participan en la lectura del Quijote en la Sala de Columnas del Círculo de Bellas Artes.
Estos son sólo algunos de los eventos que tienen lugar en el Día del Libro. Ciudades grandes y pequeñas, pueblos, asociaciones y entidades de todo tipo salen el 23 de abril a la calle para vivir la fiesta del libro y celebrar la magia de la literatura.