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JAIME FLOREZ MARTÍNEZ (Tijuana, Baja California). Atragantado en su papel de portavoz de la empresa Sumex, el secretario de Hacienda de Baja California Marco Antonio Moreno Mexia se emociona al saber que puede ser considerado “el verdugo” de Jaime Bonilla Valdez, ex gobernador de la entidad.
Y es que el señor Moreno Mexia busca quedar bien con la actual gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda (al machacar la imagen del anterior gobernante) y al mismo tiempo obtener beneficios del oportunista empresario boxístico Fernando Beltrán Rendón.
¡Por eso tanta zalamería!
En el intento de desenredar esta maraña, alguien debe decir que Marco Antonio Moreno Mexia decidió utilizar el tema del contrato de la Planta Fotovoltaica para estrangular al exgobernador Bonilla y quedar bien con su patrona la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda.
Si acaso alguien lo ignora, esta última y el exgobernador Bonilla (ambos de MORENA) no pueden verse ni en caricatura.
La historia de la Planta Fotovoltaica se remite en la segunda mitad del gobierno de Jaime Bonilla.
En ese entonces se firmó un contrato con la empresa Next Energy para que dotara de energía —a través de una planta fotovoltaica— al equipo de bombeo que conduce el agua potable de Mexicali a Tijuana.
Al mismo tiempo que Next Energy establecía el compromiso de entregar energía limpia para la conducción del agua, el gobierno de Bonilla suspendía el contrato al consorcio Sumex que —en ese momento— se encargaba de suministrar la energía.
En su momento Cicuta reveló que el empresario boxístico Fernando Beltrán Rendón, fue el enlace entre Sumex y su amigo el entonces gobernador panista de Baja California Francisco Vega de Lamadrid.
Al comprobar que su antecesor Kiko Vega “benefició” a su amigo Fernando Beltrán con la concesión de proveer esa energía, el gobernador Bonilla convocó a una licitación de la cual Next Energy resultó ganadora.
Vale decir que al firmarse el contrato en favor de Sumex, la ambición invadió a Beltrán hasta el punto de revolverse para obtener la mayoría de las acciones de Sumex.
En otras palabras, Beltrán se convirtió en dueño de Sumex pues el jugoso contrato con el gobierno del Estado le dejarían ingresos por mil 500 millones de pesos anuales.
¡Mucho dinero para repartirlo!
Dolido por la cancelación del contrato a Sumex, Fernando Beltrán decidió vincularse con la candidata a la gubernatura Marina del Pilar Ávila, quien claramente sostenía un desencuentro con Bonilla.
Apenas ganó Ávila la gubernatura de Baja California, el ambicioso Beltrán cacareó la cancelación del proyecto de la planta fotovoltaica y adelantó que la nueva gobernadora le regresaría a Sumex.
Aunque hasta el momento este asunto está en la más absoluta discreción, Cicuta conoció que recientemente la gobernadora Ávila le regresó el contrato a Sumex y Beltrán lo presume y hasta saca la lengua.
De regreso al tema inicial, el secretario de Hacienda Marco Antonio Moreno Mexia ni siquiera disimula al pulirle la espada a Sumex, es decir, a Beltrán.
Aunque cualquiera podría pensar que Moreno quiere quedar bien con la gobernadora, esta última debe investigar si en verdad Fernando Beltrán le ofreció a Moreno acciones de Sumex.
Hay quien dice que Moreno Mexia se siente accionista de Sumex y por eso no le importa que lo acusen de tener los labios escaldados de tanto succionar.
Don Marco se cree muy hábil para los negocios, aunque no sabe que Beltrán le dicen “la moneda” pero no por valioso, sino porque tiene dos caras.
Positivo
Qué bueno que la Secretaría de Medioambiente y Desarrollo Sustentable implementó un programa para concientizar a los empresarios dedicados a la industria vitivinícola del valle de Guadalupe, Baja California.
La idea es que esos empresarios se adecúen al ordenamiento ecológico y procuren mantener el medio ambiente que, vale decirlo, hace de esa zona la joya de la corona en Baja California.
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