Condena, pero no todos somos Ucrania
México no puede (ni debe) tomar partido
Inflación, Capitales, España, Cemex, Jornada
ROBERTO FUNTES VIVAR. Condena, sí, porque la violencia es execrable, repudiable y condenable, sobre todo cuando pueden existir otros mecanismos para dirimir diferencias.
Tomar partido por Ucrania (como lo han pedido a gritos en redes sociales algunas personas y hasta políticos de oposición) no. Definitivamente no. México no puede ni debe tomar partido.
La condena al uso de la violencia en el conflicto entre Rusia y Ucrania ha sido generalizada y nuestro país se sumó con expresiones manifestadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador y por el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
El papel de México, de acuerdo con la doctrina Estrada, es apoyar la libre determinación de los pueblos y la no intervención en política de otras naciones, por lo que en este momento las autoridades nacionales deben promover una solución diplomática, como país miembro del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, llamando a los cinco integrantes permanentes (China, Francia, Federación rusa, Reino Unido y Estados Unidos) a eliminar sus respectivos afanes belicistas.
Pero tomar partido por Ucrania sería:
-Neonazismo.-Apoyar el neonazismo. Ese país, junto con Estados Unidos, fue el único que votó en contra de una resolución de la ONU para impedir la glorificación del nazismo. Incluso uno de los días oficiales de Ucrania es para festejar a Stepán Bandera, el líder nacionalista que colaboró con los nazis a mediados del siglo pasado.
-Ignorancia.- Minimizar o ignorar la voluntad de los ciudadanos de Donestk y Lugansk que han votado en respectivas consultas por separarse de Ucrania, lo que ha llevado al gobierno ucraniano a reprimirlos en una matanza sin precedentes a los independentistas.
-Hipocresía.- Promover la hipocresía de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que en aras de la supuesta pacificación (o de la presunta soberanía de los países) ha sembrado decenas de bases militares en medio oriente o en los alrededores de Rusia, mientras que sus socios mantienen dos decenas de colonias alrededor del mundo.
-Belicismo.– Estar de acuerdo con la postura belicista de Ucrania es apoyar el belicismo, pues durante los dos años más recientes se ha negado a escuchar las propuestas diplomáticas de Rusia y ahora está pidiendo al mundo que “envién armas” como si se tratara de una víctima cuando en realidad ha sido victimaria en muchos casos, como los mencionados de Donestk y Lugansk .
-Continuismo.- Mantener un estatus en el cual, dentro de la OTAN, los propietarios de las empresas productoras de armas se entrelazan con los propietarios mediáticos o con los acaparadores de productos básicos como los alimentos o los energéticos.
-Sumisión.- Tomar partido a favor de Ucrania sería definitivamente caer en el servilismo hacia Estados Unidos como lo ha hecho Guatemala que ya llamó a consulta a su embajador en Moscú, al tiempo que exigía a Rusia el cese inmediato de las hostilidades a Ucrania.
-Unipolaridad.- Si bien Rusia ya no es el país comunista de la guerra fría, tampoco es el aliado incondicional del neoliberalismo europeo ni de Estados Unidos, por lo que sigue participando en lo que podría llamarse la otra parte de un mundo bipolar. Por eso estar a favor de Ucrania es definitivamente estar de acuerdo con la unipolaridad global, cuando lo que se busca, tras la pandemia, es encontrar nuevos cauces para enfrentar un futuro luego de que la unipolaridad demostró tener muchos problemas estructurales. Y la unipolaridad, definitivamente es contraria a la democracia.
-Mediatismo.- Apoyar los golpes de estado y la imposición de líderes mediáticos, pues en 2014, promovido por la OTAN, se gestó un golpe de estado en Ucrania, para después llevar a la presidencia al actual líder, Volodímir Oleksándrovich Zelenski, un actor con experiencia histriónica para hacer el papel de David ante un Goliath al que colmó la paciencia.
-Colusión.- Es estar de acuerdo con un mundo en el que las finanzas y las armas van de la mano, como lo ejemplifica el hecho de que el actual secretario de la OTAN, Jens Stoltenberg, será dentro de unos meses el titular del Banco Central de Noruega.
-Armamentismo.- Apoyar a Ucrania es desconocer la historia contemporánea, en la que el comercio (y el tráfico ilegal) de armas es un componente financiero utilizado por los países occidentales para tratar de salir de las crisis económicas. Apoyar a Ucrania es, en síntesis, fortalecer los sistemas financieros especulativos que lucran con la guerra, lo mismo que con los alimentos y los energéticos.
¿Por qué no desapareció la OTAN cuando se acabó el Pacto de Varsovia que fue su antagonista durante la guerra fría? ¿Porque había que mantener los intereses económicos e ideológicos? ¿Porque había que preservar y fortalecer la industria armamentista? ¿Porque durante el neoliberalismo ayudó a gestar un sistema unipolar al que nadie debía ser contrario? ¿Por qué mantener una estructura militar como la de la OTAN cuando la verdadera guerra puede ser un virus, como lo demostró la pandemia de Covid 19 que ocasionó el mayor descalabro económico en 100 años? ¿Para mantener la especulación financiera en productos como el petróleo o los alimentos?
Definitivamente Rusia no es Goliath, ni Ucrania es David. Zelenski no es la víctima, ni Putin el superpoderoso. El verdadero poder está en otro lado, más cerca de lo que pensamos.
Por eso no todos somos Ucrania, como lo pretende hacer ver el presidente estadounidense Joe Biden.
Y México no puede (ni debe) tomar partido, sino como país independiente y soberano apoyar las soluciones diplomáticas.
Dice el filósofo del metro: En el siglo XXI la realidad es a todo color y no en blanco y negro.
Tianguis
La alta inflación en México, producto de la pandemia, está caracterizada por dos elementos: los altos precios de los alimentos y de los combustibles. La carestía en productos agropecuarios y en general alimenticios, sigue afectando fuertemente al país, al grado de que en la primera quincena de febrero llevó a´Índice de Precios al Consumidor a crecer 7.22 por ciento. La cifra hubiera sido bastante mayor si el gobierno no hubiera subsidiado el precio de la gasolina. Y precisamente una de las preocupaciones ante el conflicto Rusia-Ucrania, es que se prevé otra escalada de precios de energéticos y alimentos, pues ambos países se encuentran entre los primeros productores de ambos géneros. Es preocupante el caso del maíz, pues México sigue siendo el principal importador del grano y Rusia y Ucrania controlan 25 por ciento de las exportaciones mundiales. En materia energética, nuestro país podría recibir 300 mil millones de pesos adicionales de mantenerse el actual precio del crudo (arriba de 90 dólares para la mezcla nacional), pero parte de ese dinero saldrá para importar gasolina y gas natural a precios más altos. Por eso quiza por esta guerra que aún no es guerra, sea el momento para fortalecer la tesis de la IV Transformación en el sentido de que hay que lograr la autosuficiente energética y alimentaria. Esta última no bajo los cánones neoliberales de que somos autosuficientes porque compramos más de lo que vendemos, sino una autosuficiencia en granos como el maíz, tan necesario para la alimentaciñon de los mexicanos. Seguramente veremos como en las próximas semanas un alza en los precios de las acciones de las empresas de especulación de granos como las llamadas ABCD (Archer Daniels Midland, Bunge, Cargill y Louis Dreyfus… Grave, pero la salida de capitales del país en el país en 2021 sumó 41 mil 557 millones de dólares, 10 mil millones de dólares más que la llegada de inversión extranjera directa (IED) ue ascendió a 31 mil 621 millones de dólares, de acuerdo con la información el Banco de México. Tan solo en el cuatro trimestre la salida de capitales de inversión de cartera ascendió a 14 mil 460 millones de pesos, monto superior al trimestre anterior inmediato que fue de 14 mil 570 millones de dólares y a los 10 mil 344 millones de dólares de octubre-diciembre de 2020. Ojalá los empresarios y las personas que tienen capitales para poder sacarlos del país y que tanto alaban la democracia y el nacionalismo de Ucrania, tuvieran un poquito de ese nacionalismo e invirtieran en México, no solo por el bien del país, sino por su propio interés, pues seguramente invirtiendo aquí sacarían más que teniendo el dinero en paraísos fiscales… La sede capitalina de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y la Cámara Española de Comercio en México (Camescom) firmaron un acuerdo la promoción y fomento de las relaciones comerciales, industriales, culturales, de servicios e inversión para que las empresas de ambas organizaciones se desarrollen, multipliquen y cumplan con su función creadora de empleo y riqueza con responsabilidad social. Armando Zúñiga Salinas, Presidente del Centro Empresarial en la Ciudad de México y Antonio Basagoiti Pastor, presidente de la Camescom, firmaron el acuerdo con el que dice, buscan en el corto plazo la reactivación económica y recuperación de empleos que la capital del país se merece… Interesante que Cemex anunció cambios profundos en sus prácticas de gobierno corporativo. Para empezar, a partir de la asamblea general ordinaria de accionistas de marzo cada candidato para integrar el Consejo de Administración deberá ser votado de manera individual. “Es importante resaltar que las metas no giran solamente en torno a una estructura de capital reforzada, sino que también redirigen a nuestra Compañía hacia un crecimiento sostenible con una robusta estrategia de inversiones complementarias y una agenda de acción climática creciente”, dijo Rogelio Zambrano, presidente del Consejo de Cemex… L’Oréal México cumple 60 años en México y como parte de la celebración incrementará 64 por ciento su inversión en apoyo a mujeres científicas. Concretamente otorgará cinco becas y tres premios por una suma total superior a un millón de pesos. Este programa lo realiza en conjunto con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) y busca incluso inspirar a las niñas a incursionar en carreras relacionadas con la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas… Felicidades a todos los jornaleros porque hoy (o mañana porque 1984 fue año bisiesto) se cumplen 38 años de aquel icónico día en que fue anunciado el nacimiento de La Jornada, en el Hotel de México y ante la asistencia de unas cinco mil personas que estuvieron presentes como parte del movimiento para gestar un nuevo diario.