JUAN CHÁVEZ. Se descuelga de nuevo a México el jefe del Departamento de Estado de Estados Unidos para reunirse este miércoles con el presidente López Obrador.
La cuestión es clara: frenar la contrarreforma eléctrica antes de que vaya a parar al Tratado de Libre Comercio México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
El enviado de Estados Unidos para el clima John Kerry viajará a México este miércoles para hablar de «crisis climática» y energías renovables, informó este lunes el Departamento de Estado estadounidense.
Kerry se reunirá con el presidente y altos cargos gubernamentales, con quienes abordará medidas para «promover la cooperación sobre la crisis climática», en un momento en el que México es blanco de críticas de oenegés por una reforma que prevé ampliar el control estatal en la generación de electricidad, lo cual, según ellas, daría la espalda a la generación de energías limpias.
López Obrador afirma que su propuesta busca modernizar las hidroeléctricas de la estatal Comisión Federal de Electricidad.
Estados Unidos y Canadá han expresado su preocupación por el impacto que puedan generar estos cambios en las inversiones de ambos países en el marco del tratado comercial T-MEC.
Entre los temas tratados destacan «las oportunidades para fomentar la generación de energía renovable, crear un clima de inversión sólido, combatir la contaminación por metano, hacer la transición a cero emisiones en el transporte y acabar con la deforestación», señala el Departamento de Estado en un comunicado.
En octubre pasado Kerry puso a México como ejemplo en la lucha contra el calentamiento global, haciendo alusión al millón de hectáreas reforestadas en el marco de la iniciativa «Sembrando Vida».
Pero el vecino del norte no quita el dedo del renglón y aunque el embajador Ken Salazar se pronunciara por la reforma eléctrica de AMLO, Kerry viene para poner las cosas en claro aunque el gobierno de la 4T tampoco quiera ceder.
El asunto es la contracción de las inversiones de Estados Unidos en el sector, ante la cancelación de los contratos de producción de energía solar que la reforma eléctrica del necio López Obrador apunta. Es algo así como la disputa que Rusia se trae con Ucrania pues no es político atentar contra los intereses de la región.