NOEMÍ MUÑOZ CANTÚ (SemMéxico, Toluca, Estado de México). En la nueva aplicación de Marck Zuckerberg el objetivo es tener una experiencia inmersiva y multisensorial. Esto ¿Qué significa? Que es una actividad que intenta ser lo más real posible y que todos tus sentidos no sepan diferenciar si la viviste o no.
La idea de Zuckerberg es meter a sus posibles usuarios de lleno en las atracciones del futuro, donde obviamente quiere ser pionero. Quiere llevar los juegos y las relaciones a un multiverso muy parecido a ese capítulo de BlackMirror donde dos amigos se enamoran en un mundo virtual.
Parece fascinante ¿cierto?
Como toda creación, tiene sus aberraciones y una usuaria del metaverso ya experimentó la primera embestida de la realidad virtual: la perversidad.
Nina Jane Patel expuso en sus redes que a minutos de estar dentro del juego Horizon Venues su avatar fue atacada sexualmente por varios avatares masculinos quienes la perseguían e insultaban dentro del juego diciéndole que no negara que le gustaba.
Patel recibió críticas, amenazas de muerte y correos de odio. Se enfrentó al mundo cruel, al machismo, a los acosadores, pero en el metaverso.
Es gracioso que los mensajes de odio que le lanzaron a Nina tenían que ver con asegurarle que no era real, que no sucedió, que es un juego. Se olvida la premisa de este juego: una experiencia lo más real posible.
Esto me hizo pensar en lo terrible de nuestra situación como mujeres. No importan los espacios, no importa el universo que vivamos, siempre estaremos en la mira de los depredadores sexuales.
Y siempre habrá alguien que los respalde, ya sea un juego, machistas en la red o hasta un presidente.
López Obrador ha dado muestra que, si bien no es misógino, porque demuestra paridad dentro de su gobierno, si está hecho en la vieja escuela. Tiene ideas bastante fijas de cómo deben ser las mujeres y su papel en la sociedad, cerca del poder, pero no como opositoras, sino como complemento, como ayuda.
Nuestro presidente es ese amigo fiel que encubre al acosador, el que encuentra las bondades en quien no actúa bien.
Primero Salgado Macedonio quien al lanzarse por la candidatura de Guerrero fue acusado de violación y agresión. La denuncia nunca procedió e incluso la policía que seguía el caso fue asesinada, Monserrath Carime Rubio.
Toda la trayectoria de Salgado Macedonio está llena de corrupción, nepotismo e injusticia y sin embargo López Obrador apostó por él, el dedazo de la mafia política nunca encontró mejor representante.
Ahora otra de sus designaciones, Pedro Salmerón, que fue acusado de acoso por parte de sus alumnas del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). ¿Qué hizo el presidente ante el rechazo de la canciller panameña, Erika Mouynes? Llamarla la Santa Inquisición y tomar a burla el enfado de las feministas. Acto seguido nombró como nueva embajadora de México en Panamá a Jesusa Rodríguez, feminista declarada, mujer de protesta.
Me pregunto ¿por qué los defiende tanto? Para él todo es una campaña de desprestigio a su gobierno y nunca pone la verdad por delante, solo lo que le parece que es realidad.
Así que también en el AMLOverso estamos desprotegidas y tal como a Nina Patel, cuando un amigo de nuestro querido presidente ataque o acose a una mujer, él dirá que es la mafia del poder tratando de desprestigiar a sus candidatos, a sus amigos. Nos pedirá que no nos hagamos historias, que no creamos, porque no es verdad.