IRMA PILAR ORTIZ
¿Qué tanto es 3.5 por ciento?
Presumir que, gracias a su insulsa visita a unos cuantos congresistas norteamericanos, la Cámara de Representantes redujo de 5 a 3.5 por ciento el impuesto a las remesas que se incluye en el proyecto de Ley Fiscal de Trump, apodado por él mismo como «el gran y hermoso proyecto de ley» es realmente de risa loca y sólo para no llorar.
Una delegación oficial del Senado de la República encabezada por el poblano Ignacio Mier y por la chihuahuense, Andrea Chávez, representante personal del presidente de la Junta de Coordinación Política, Adán Augusto López Hernández, calificaron como un éxito la reunión con el Caucus Hispano.
Así como con los representantes republicanos del Subcomité del Hemisferio Occidental y en lo particular por los senadores Tim Kaine y Rubén Gallego y con el representante Joaquín Castro, todos demócratas.
Por supuesto, nunca estuvo en su agenda un posible encuentro con el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, que es quien podría ejercer cierto liderazgo para desechar la propuesta del presidente Donald Trump, lo cual se ve difícil, porque como pasa en México, los legisladores del partido en el poder jamás desobedecerían una orden de su presidente.
En pocas palabras, los senadores mexicanos quisieron dar atole con el dedo a la opinión pública, con el supuesto de que habían ido a cabildear con los americanos y que gracias a ellos se redujo de 5 a 3.5 por ciento el impuesto al envío de las remesas.
Hasta parece una burla a los migrantes que necesitan enviar dinero a su familia en México, porque de otra forma no tendrían recursos para subsistir.
Cuestionable la forma como los morenistas festinaron su viaje a Washington, aunque hay que precisar que hubo otros más sobrios y sensatos como la priista Cristina Ruiz quien se limitó a señalar que el gravamen propuesto afectaría directamente a más de 4.5 millones de familias mexicanas, muchas de las cuales dependen de las remesas para su subsistencia diaria y que el dinero que envían nuestros paisanos no es contrabando, ni evasión fiscal, ni fuga de capitales.
Como dijo Manuel Añorve, el coordinador de los priistas en la Cámara alta, “esto no es un logro. La delegación de senadoras y senadores que fueron a Washington hicieron lo posible, pero llegaron tarde. Este problema se gestó un sexenio atrás”, en esto coinciden la senadora de MC, Amalia García y del PAN, Mauricio Vila que reconocieron que aún faltaba mucho para evitar este impuesto.
Y tiempo ya no hay.
Contrario a la actitud ufana de los legisladores de Morena, algo de cordura hubo en el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, quien desde el primer momento afirmó que la aprobación de este gravamen, aunque fuera del 3.5 por ciento y no del 5 por ciento, era una mala noticia.
El promedio mensual de remesas enviadas desde Estados Unidos suma entre 390 y 400 dólares por familia, lo que equivale a unos 8 mil pesos mexicanos. Así que tan sólo con este nuevo impuesto, por cada trabajador mexicano, allá se quedarían mil 400 pesos, aproximadamente.
En 2024, ocho millones de mexicanos enviaron 64 mil 700 millones de dólares, equivalente al 3.5 del Producto Interno Bruto nacional, cifra por demás importante para un país que tiene sus finanzas públicas quebradas.
Nadie podría negar que, gracias a esos dólares, muchas familias mexicanas han podido sobrellevar las consecuencias de falta de desarrollo económico, la ausencia de empleos formales, con seguridad social, las graves carencias en el sector salud y todo lo que podemos ver día a día en este país.
Sería mucho más efectivo que en lugar de “amenazar” con movilizaciones a la administración Trump, la presidenta Sheinbaum se comunicara directamente con el norteamericano y tratara se detener su iniciativa.
Pero, sobre todo, dejar de confiar que el embajador Esteban Moctezuma o el secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente podrán cabildear a favor de México. Si revisan la biografía de ambos, verán que en los años que llevan en el sector público, nunca han hecho nada bien. ¿Por qué ahora harían un trabajo eficiente?
*Destellos
Los Cuerpos de Seguridad Auxiliares del Estado de México que encabeza Carlos Javier Álvarez Cárdenas están decididos a demostrar que existe otra mística de trabajo para responder a las necesidades de seguridad privada, que necesitan las empresas y la industria en general. Los elementos reciben cursos básicos de capacitación y adiestramiento, encaminados a su profesionalización. Bien.