PULSO/ México no va

EDUARDO MERAZ. Recientes datos oficiales revelan que en México, las cosas no marchan bien: exceso de mortandad de más de 650 mil mexicanos; la tercera ola de Covid, dejó a 1.4 millones de personas sin empleo; Pemex y CFE tuvieron pérdidas por más de 320 mil millones de pesos. Es el perfil de un país en ruinas.

Lo grave de esta situación es que en buena medida estos resultados obedecen a la conjunción de políticas caóticas, sin ton ni son en todos los órdenes que, según el presidente sin nombre y sin estatua, es un modelo que deberían copiar en el resto del mundo.

Si se toma en consideración que de acuerdo con la visión del oficialismo los homicidios dolosos en nuestro país han ido disminuyendo, quiere decir que los fallecidos en exceso corresponden a deficiencias en el sector salud, en especial las derivadas de la pandemia.

Sin temor a equivocarnos, se puede afirmar que, a la fecha, las muertes por el SARS-Cov2 son 10 veces la cifra catastrófica estimada por el vocero de la pandemia, Hugo López Gatell. Aquí y en cualquier otra parte del mundo, eso lo descalifica como experto en epidemiología.

Los más de 50 mil fallecidos, tienen su origen en la ineptitud de las autoridades de salud para contar con instalaciones, insumos y medicamentos; situación que prevalece en la actualidad y no se ve para cuándo pueda resolverse.

Vinculado a lo anterior, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) reveló que la población ocupada en México disminuyó 1.4 millones de personas en enero con respecto a diciembre pasado, con lo cual sus niveles vuelven a estar por debajo de lo observado antes de la pandemia.

Eso sin mencionar que la gran mayoría de los puestos de trabajo recuperados, según el Inegi, son el sector informal y los salarios que se pagan están por debajo de los registrados antes de la llegada del coronavirus.

El orgullo presidencial por lo que llama el rescate de las principales paraestatales, Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad, ya nos representó a los mexicanos una deuda que supera con creces el billón de pesos.

Sobresale por su importancia lo que ocurre en Pemex, pues tan sólo entre 2020 y 2021 registró pérdidas por alrededor de 800 mil millones de pesos, en tanto que el año anterior la CFE registró pérdidas por 95 mil millones de pesos.

Estas pérdidas están muy relacionadas con el incremento de la deuda externa del país durante la presente administración, por lo que la promesa de que a partir del inicio de la segunda parte ambas empresas serían las “mecenas” de los mexicanos, en particular los más pobres.

Con una economía debilitada, sin empuje, difícilmente los empresarios arriesgarán su capital, por lo que no se prevén inversiones importantes. Tres años después, el paquete de inversiones en infraestructura que realizarían los inversionistas por 1.5 billones de pesos, cada vez se ve más lejano.

El tan anunciado tercer paquete, simplemente quedará para un mejor momento, si es que llega a concretarse.

En síntesis, el rostro de un gobierno fracasado cada vez se acentúa más en quien lleva las riendas del país que, con desesperación, busca salvavidas para mantenerse a flote, sin que los pinchazos de la corrupción terminen por hundirlo más.

He dicho.

 

EFECTO DOMINÓ

El senador Ricardo Monreal consideró imperioso revisar y apuntalar la estrategia de seguridad, pues el Estado pudiera estarse quedando corto ante la capacidad armamentista dl crimen organizado y la escalada de inseguridad, aunque sostuvo que el nivel de violencia observado, demuestra que ya no hay contubernio de la delincuencia con las autoridades federales y estatales.

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@Edumermo

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