PICOTAZO POLÍTICO/ Batman

MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ FARÍAS

El chico bueno de la película es Omar García Harfuch, y en su más reciente entrega nos sorprendió con un «enjambre» de detenciones en el estado de México y seria mezquino no reconocer que su trabajo lo ha llevado a enrutarse como uno de los miembros más efectivos en el gabinete de la presidenta Sheinbaum.

Se sabe que para ir por los servidores públicos, que en su tiempo libre se vestían de narco ratas, tuvo que mantener una línea de discreción, compartiendo algunos aspectos con el Fiscal del Estado de México, José Luis Cervantes , un personaje cercano a Eruviel Ávila y muy apto para el billete , venga de donde venga.

No podemos decir lo mismo del secretario de seguridad publica mexiquense, el teniente coronel Cristóbal Castañeda Camarillo, un personaje mucho más, digamos templado en esto de las limpiezas corporativas.

A el hay que recordarlo como el que, siendo secretario de seguridad en Sinaloa, realizo un par de operativos para capturar a Ovidio Guzmán , el más sonado fue el de 2019, en aquel «culiacanazo «, y que reventó en polémica tras la orden de López Obrador para liberar a el «ratón», hijo del «chapo».

Pues bien, la coordinación de Harfuch involucro a mil 500 elementos, la mayoría de Defensa, Marina y Guardia Nacional…y solo un puñado de la fiscalía mexiquense, la gobernadora Delfina Gómez fue enterada hace un par de semanas y de igual manera , se aplicaron protocolos de blindaje para que la información no fuese filtrada…y aunque se diga lo contrario, solo por cuidar las formas se dio parte a la fiscalía mexiquense casi a punto de llevar a cabo la redada , pues lo que no se ha mencionado, es que en el Centro Nacional de Inteligencia se detectó que la propia fiscalía y la secretaria de seguridad del estado de México se encuentran infiltradas por el crimen organizado.

En redes sociales dejamos la pregunta: ¿cuántos presidentes municipales y sus mandos policiacos en distintos estados del país, respiran a punto del colapso tratando de limpiar la casa?

Añadimos que en la mesa donde sesiona el gabinete de seguridad encabezado por la jefa del ejecutivo se han colocado seis estados prioritarios, algunos colindantes al estado de México y que siguen en la ruta de trabajo para evitar que el «efecto cucaracha» pegue con mayor fuerza.

Va lo mismo para el sureste mexicano en donde Guerrero, Chiapas y Tabasco son los campos de batalla producto de la «reventa» de plazas y la mimetización entre narcos y políticos de todos los niveles y en colmo, hasta uno de sus gobernadores involucrado, y en palacio lo saben.

En el caso chiapaneco se detalla una de las construcciones de mayor calado para la recuperación de la paz ,una encomienda presidencial y de la propia secretaria de gobernación, en Chiapas  urge el pulso de un cirujano pues los hilos que atan a las plazas de los criminales llevan hacia su capital Tuxtla Gutiérrez y un  contaminado gabinete de seguridad…pero esa historia habrá de ganar titulares muy pronto.

En anteriores picotazos políticos habíamos señalado sobre esta nueva etapa en combate al crimen organizado, en donde la presidenta claudia Sheinbaum rompería con el patrón del anterior sexenio, pero no repetiría los errores del calderonato y sus escobazos a el avispero, en esta etapa observaríamos otro tipo de trabajo, dije en su momento, que ahora si el engranaje de la inteligencia, el trabajo de campo, la discreción y un equipo compacto apoyado en la Sedena, marina , Guardia Nacional, Secretaria de Gobernación, Fiscalía General de la República, Centro Nacional de Inteligencia, Secretaria de Hacienda y el intercambio de información con el gobierno de los EUA estarían operando para desarticular el poder del crimen organizado y la penetración en distintos órdenes de gobierno.

Pero ¿esto acabara con los carteles?, no, en realidad se busca revivir un estado de paz  y tranquilidad para los ciudadanos, aunque los carteles sigan en su negocio…pero de eso , hablaremos en otra entrega.

Mientras, no hay que perder de vista a el Batman mexicano.

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