Pero cuando la Revolución dejó de ser revolución,
el movimiento intelectual y el obrero se encontraron
que eran movimientos oficiales.
Carlos Fuentes
ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ / @arturosuarez
Dice la presidente Claudia Sheinbaum que ante las amenazas de Donald Trump hay que mantener la cabeza fría y tiene razón. Pero las amenazas quedaron atrás y se convirtieron en una realidad que ya nos alcanzó, ahora no solo se debe tener cabeza fría sino estrategia para enfrentar al republicano.
El asunto es añejo, viene desde el primer mandato de Trump y su discurso de levantar el muro en los 3 mil 152 kilómetros que tenemos de frontera en común, con ello buscar detener la migración y el tráfico de drogas. La exigencia fue para Enrique Peña Nieto, incluso cuando Trump no era presidente y luego para Andrés Manuel López Obrador. Los dos mandatarios mexicanos fueron usados, pero López fue hasta la Casa Blanca mientras se cumplían las demandas.
La reciente Guardia Nacional fue usada como extensión de la migra, pero en la otra frontera en Chiapas. México se convirtió en Tercer País Seguro para los migrantes que muchos optaron por asentarse de este lado, siguieron a merced de los polleros, el tráfico sexual, usados por el crimen organizado, ahí están los cientos de caravanas de centroamericanos y el silencio de quienes fueron aguerridos como el cura Alejandro Solalinde.
El sexenio de López llegó a su fin y al voltear la mirada se aprecia que las cosas no son mejores para estos grupos. Esa es parte de la herencia maldita que le dejó a Claudia Sheinbaum y que hoy hace crisis ante las decisiones tomadas por Donald Trump. Aquello de la amnistía del Pejelagarto resultó una ocurrencia y eso de “los abrazos y no balazos” que se esperaba fuera solo para la retórica, se convirtió en la política y estrategia para “combatir” al crimen organizado. No hay evidencia que los índices de violencia y operatividad del narcotráfico se redujeran por la aplicación de programas sociales.
Ya metidos en el gobierno de Claudia Sheinbaum, la estrategia de seguridad si ha dado un giro con Omar García Harfuch, pero van contra reloj, si por las peticiones que viene de Washington, pero también porque se siguen perdiendo vidas, se generan desplazados, pérdidas millonarias en territorios que ha ganado el crimen. Ahí están los resultados que son pocos para un gobierno que no termina por romper con el pasado y que no lo va a hacer porque fue López quien los puso donde están. Pero la responsabilidad del tiradero es del tabasqueño y quienes lo acompañaron, que dejaron crecer como nunca al narcotráfico y las sospechas de vínculos con ellos, ahí le redujeron el margen de maniobra a Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Juan Ramón de la Fuente.
Trump ya impuso aranceles del 25% a productos mexicanos, pero sin duda las acusaciones de una relación del gobierno mexicano con los cárteles son muy serias. Depende de la respuesta de Claudia Sheinbaum el siguiente paso que dará el magnate de los medios, seguramente tiene pruebas para lanzar un mensaje de tal magnitud. Ellos tienen a Ismael “El Mayo” Zambada, a Joaquín “El Chapo” Guzmán y a su hijo, seguramente de ahí saldrán algunos dardos que ponen a temblar a más de uno.
Pese a que Sheinbaum Pardo aseguró que “la soberanía no está en venta”, además resaltó que con los gravámenes el gobierno de Estados Unidos se está dando un “balazo en el pie”, aunque reconoció que la medida también afectaría a México.
Insisto, la presidente tiene el respaldo para eso es la jefa del Ejecutivo y debe tener estrategia para contener la embestida. Para todos sus seguidores que se rasgan las vestiduras no se trata de patrioterismo que nada resuelve y que Trump ni escucha… pero mejor ahí la dejamos.
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Hasta la próxima.