LETRA CLARA/ No podemos cerrar los ojos ni los oídos

TERESA VALDÉS BETANCOURT (SemMéxico, Colima). Lamentable se presenta la flojera cuasi generalizada para enfrentar la  pavorosa realidad que ofrecen esos datos nuevos sobre el viejo problema de las violencias contra las mujeres. Crece la impunidad porque resulta contagiosa la indiferencia oficial que se conforma con una disminución mínima, acerca de los datos anuales y contamina a la opinión pública que se confunde con la presentación de cifras escalofriantes. Entonces, preferimos no saber, hasta que la violencia  llega a nuestras experiencias personales, con el asesinato de una amiga, la madre, la hija adolescente o la niña desaparecida.

Quizá esta toma de consciencia local y comunitaria específica, sea la justificación de un cierre de calle o de autopista para que se aceleren las acciones de esclarecimiento por una desaparición forzada, la liberación de un agresor o un feminicidio sin respuesta.

Existen además tergiversaciones nada sutiles de las informaciones para la opinión pública. Así ocupan primera página de noticieros que el ministro del Interior de Ucrania, se hallaba entre los 14 muertos tras estrellarse un helicóptero en la lejana región de Kiev, mientras aparecen al final de esa nota que, 11 mujeres mexicanas son asesinadas cada día, lo que convierte a México en el país con más de 3000 mujeres muertas de forma violenta en el año 2021. https://es.euronews.com/

Las estadísticas pueden contribuir a tomar conciencia sobre este fenómeno social, cada número merece entre nosotras, reflexión, intercambio, comentarios, algo que nos reclame atención entre las mujeres, desde la familia, la comunidad hasta llegar a la conciencia social y lograr otras acciones de prevención.

Después de muertas, nada que hacer, pero el feminicidio no es el final, porque abre otros problemas con sus hijas e hijos menores huérfanos, familiares con inseguridad, desconfianza y hasta con afán de venganza.

El Instituto Nacional de Información Estadística y Geográfica (INEGI) aportó desde los primeros días de enero, nuevos datos sobre la vigencia de este viejo problema. Y para muestra un botón: https://www.inegi.org.mx/

63 de cada 100 mujeres de 15 a 49 años de edad fueron víctimas de violencia familiar alguna vez en su vida por parte del esposo o compañero.

37 de cada 100 mujeres maltratadas físicamente buscó ayuda en su madre.

70.1 % del total de mujeres de 15 años y más, han experimentado al menos un incidente de violencia, que puede ser psicológica, económica, patrimonial, física, sexual o discriminación, ejercida por cualquier persona agresora a lo largo de su vida, porque la violencia se presenta de manera cíclica, creciente y volitiva.

Otras formas de estos crímenes muchas veces inadvertidos, se expresan en amenazas, gritos, palabras hirientes que menosprecian, humillan, disminuyen la autoestima, así como silenciosas acciones maritales de violencia sexual en la relación de pareja, donde las mujeres víctimas de esa espantosa convivencia conyugal, pueden reproducir acciones contra sus hijas e hijos menores y con otras personas que conviven en el hogar.

En el caso referido a las violencias psicológicas, se debe incluir al lenguaje sexista, que se presenta con la omisión y el silencio hacia lo que refleje la presencia de las mujeres en una sociedad misógina.

El INEGI insiste que, la violencia psicológica presenta mayor prevalencia 51.6 %, seguida de la violencia sexual 49.7 %, la violencia física 34.7 % y la violencia económica, patrimonial y/o discriminación 27.4 %

En las notas de denuncia sobre hallazgos de las fosas clandestinas, no se publican las diferencias de sexos en muchos huesos humanos dispersos, ni se declaran los cuerpos de mujeres asesinadas que estaban desaparecidas. Ahí, juntos hombres y mujeres, son víctimas de las violencias que lastiman al país.

Y el feminicidio resulta la forma más extrema de las violencias contra las mujeres. Ellas mueren por el solo hecho de ser mujeres, y puede iniciarse con la violación de sus derechos humanos, hasta terminar con la inmerecida muerte violenta.

¿Cómo cerrar los ojos y oídos a estos datos? La indiferencia nos hace vulnerables y la impunidad crece. ¡Basta a la violencia!

@letra Clara

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