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Elvira Gomezturja
Ciudad de México, 19 de febrero (entresemana.mx). Lo que se decía hace 20 años sin problema, hoy es motivo de una semana de ataques, quejas, que van de la desolación de los protagonistas hasta pensamientos de suicidio. Un mundo convulsionado, carente de un punto de equilibrio.
Hace un par de semanas apareció la actriz Michelle Rodríguez en la portada de una revista semidesnuda mostrando su frondoso físico. En una foto que no le hace ningún favor, en contraste con los interiores, que la exhiben alegre, desenfadada, feliz.
¡Y se armó una tremolina de no creerse! Que si las señoritas excedidas de peso, tienen derecho a mostrar su cuerpecito, que son talentosas, que por eso están donde están, que eso es violencia y bueno qué sé yo. Tantas cosas que me sorprendieron.
Hasta la misma Michelle grabó un vídeo donde se defendía. Que si hablaban los gordofóbicos, ¿cómo? Es cierto que cada quien tiene derecho a comer y pesar lo que quiere; finalmente es el cuerpo de cada uno. También es verdad que los kilos demás traen graves problemas de salud. Es decir, no se trata de fobia a los llenitos, se trata de vigilar y cuidar nuestra salud.
El segundo caso sucedió en el 2005, Pati Chapoy expresó que Yuridia, cantante de la primera generación de La Academia, tenía una gran voz pero estaba gorda. 18 años después Yuridia declara que esos comentarios la traumatizaron a tal grado que quiso atentar contra su vida. ¿De verdad?..
Es curioso, cuando yo cursaba la primaria, entre compañeros nos llamábamos: La botijona, El chaparro, La jirafa, La cuatro ojos, El flacucho, La prieta, La güerita, La burra, La largirucha, El aplicado y no pasaba nada.
Ningún chiquillo, se perturbaba o traumatizaba ante tal situación. El bulling existía y de uno dependía frenarlo o deprimirse. Hoy a los jóvenes y a los no tanto, porque Yuridia no tiene 20 años; tiene casi 40, es mamá de uno, espera otro y es esposa; no se les puede decir prácticamente nada porque entran en crisis. Cuando además es cierto, es tan solo cuestión de asumirlo y/o remediarlo. Hoy se considera políticamente incorrecto.
También con Yuridia se armó un San Quintín, que cómo era posible que la atacaran así, cuánta violencia, quién se cree La Chapoy y su grupo. Los comentarios en las redes sociales corrieron como agua con lava.
Llegó a tanto que el 11 de febrero la autoridad federal de la SEGOB Secretaría de Gobernación) a través del CONAVIM (Comisión Nacional para prevenir y erradicar la violencia contra las Mujeres) informó que la conductora incurrió en actos discriminatorios que se pueden tipificar dentro de la violencia digital y mediática, estipuladas en las disposiciones a la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y escribieron: “Condenamos las declaraciones hechas en su momento por una reconocida conductora de espectáculos contra de la cantante Yuridia, al criticar su aspecto físico”.
El organismo reconoció que aunque ha pasado tiempo desde que dichas críticas fueron hechas en televisión, los medios de comunicación son actores clave para la construcción de una cultura libre de violencia contra las mujeres.
El lunes 13, La Chapoy ofreció disculpas al aire. Explicó que son pioneros desde hace 27 años y que lo seguirán siendo, como quien dice continuarán criticando pésele a quien le pese. Supongo que con ello se calmaron las aguas.
Ahora me pregunto: ¿SEGOB, no tendrá más asuntos de interés nacional, internacional y de mayor importancia que este? O solo se suben a este tren, para distraer que no hay medicinas, que las calles necesitan repavimentarse, que el agua escasea, que la canasta básica ha subido hasta dejarnos atónitos, que hubo incremento en gasolina, que el presidente mexicano condecoró a un dictador cubano y alaba a otros tres latinoamericanos y un largo etcétera. Una vez más no creo lo que pasa.
Retomando mi tema, el del espectáculo, desde que empecé a reportear la fuente, los artistas se quejan a la menor provocación. Como sienten que son creación del mismísimo Dior, antes lo reclamaban a directores y jefes de información y los reporteros como podíamos los capoteábamos: Hoy lo hacen a través de sus redes sociales y siempre se victimizan. ¡Pobrecitos, cómo sufren!
Por favor seamos más sensatos, no tengamos la piel tan delgada para sentirnos mal por tonterías. Afrontemos lo que somos y si no nos acomoda, ¡cambiémoslo! Como dice mi endocrinóloga la Dra. Claudia Ramírez Rentería: “Cuidar tu alimentación y hacer ejercicio no es gordofobia, es lo mínimo que el ser humano debe hacer por sí mismo”.
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