HALLAZGOS/ Corazón

ROCÍO FIALLEGA (SemMéxico, Ciudad de México). Desde mi centro, como sucesión de Fibonacci voy extendiendo mi ser al mundo, todo nace desde el corazón; ese músculo lleno de vitalidad fue el primero que se formó después de que fui mórula y será el que se detenga en el momento de dejar mi forma física.

El primer latido, la esperanza, la vida abriéndose camino, sonido, energía, vitalidad, todo junto para llegar al puerto del siguiente latido, soy esa marea de latidos que llega a la otra orilla del mundo para dar un mensaje de amor.

Observo ese sístole-diástole que es mi ying-yang, pues no podría conocer la luz sin la obscuridad, contracción y relajación, tocando las leyes universales, hoy amo cada movimiento.

Late mi corazón y soy ave, pez y mujer al mismo tiempo, porque desde mis profundidades me fundo con el amor incondicional, estoy adentro, con y después de la vida unida a lo divino.

Todo corazón es alimento para los dioses, cómo no ruborizarme ante su poder nutricio para que se complete el ciclo de la vida. Ah, cómo quisiera comer mi propio corazón lleno de dulzura, pero recuerdo el camino que queda por andar y dejo esta idea para otro destino.

Y cuando creí que me robaron el corazón era sólo una idea para consolarme de la ausencia, más bien mi corazón adoptó la forma de un jarrón y se fue recuperando hasta retomar su musculatura e imperio.

También pensé que estaba roto, pero tampoco era verdad, siempre se mantuvo firme, constante, continuo, vital, para ser mi fortaleza y refugio.

Mi corazón es lo que soy: amor en movimiento, vida esplendorosa, compasión y alegría, y a veces arritmia cuando me pierdo a mí misma.

Corazón, corazón, te debo la vida y no es sólo una frase, eres el que me recuerda mi propia divinidad con tu movimiento continuo, el ritmo perfecto, la escalera al cielo, mi emperatriz.

www.entresemana.mx

Check Also

HALLAZGOS/ Hijas-hojas

ROCÍO FIALLEGA SemMéxico, Ciudad de México. “Desnúdate”, me dijo el otoño. Mis hijas se marchan …