GANANDO ESPACIOS/ Va por lo que sea

NOEMÍ MUÑOZ CANTÚ (SemMéxico, Toluca, Estado de México). 9 de septiembre del 2022.- En toda relación se sabe que cuando uno/a de los involucrados/as habla de “darse tiempo” es porque está pensando en abandonar al otro/a. Si a eso le aumentamos el hecho de poner pretextos sobre cómo se comporta la otra persona o si es viable seguir juntos, o lo típico “no eres tú, soy yo”, entonces no hay mucho por hacer.

Eso precisamente está pasando en la alianza “Va por México”, la cual se tambalea hasta con el suspiro de las y los candidatos de cada uno de los partidos políticos.

Mientras el dirigente del PRI en el Estado de México dice que el diálogo continúa y que se trabaja fuertemente para la contienda, el PRD y el PAN, han suspendido “temporalmente” la selección del candidato, pues esperan lo que digan las dirigencias nacionales.

Sin embargo, todo dependerá no de lo que digan los dirigentes del PAN y el PRD, sino de cómo lo maneje el gobernador Alfredo del Mazo, quien debe fortalecer la alianza con el albiazul y los perredistas, pues necesita convencerlos de ir juntos para no perder al Estado de México. Además, requiere a la clase empresarial y reunir a todos los sectores para hacer un frente común.

Como dijo Eric Sevilla “la política nunca se está exento de circunstancias, siempre es de coyuntura” En este caso las circunstancias que rodeen estas elecciones será la diferencia entre mantener la plaza en el Estado de México o perderla, pues el PRI no es tan fuerte como para ir solo en este momento y todos/as lo sabemos.

Arriesgarse a ir con una candidata o candidato por su cuenta significa que contará con el apoyo de otros sectores: obrero, sindicatos, grupos vulnerables, redes de jóvenes, etc.

Si somos sinceras y sinceros, Alito Moreno es el peor elemento que ha tenido el PRI, donde no rompe, rasga. Sabía de antemano que para poder conservar la alianza “Va por México” requería impedir que avanzara la reforma constitucional donde el ejército salvaguardara la seguridad hasta 2028. Todos creen que esto lo hizo para salir bien librado de la evidente persecución por estar implicado en situaciones de corrupción.

A Alito no sólo le pesará esa decisión que podría terminar con la alianza, también será recordado como el líder político que ha tomado las peores decisiones para salvarse, llevándose de corbata a su partido.

Y aunque ha tratado de verse de carácter fuerte con su declaración en Twitter, donde dijo que a él nadie le daba órdenes, nos hace pensar que a él nadie lo manda. Ante sus acciones, lo que más falta es lo que tanto presume: Unidad y convicción.

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