ENTRE LA VERDAD Y LA FICCIÓN/ La mañanera o la hoguera de satán

«Creo que si hubiera un Dios, habría menos maldad en esta tierra. Creo que si el mal existe aquí abajo, entonces fue querido por Dios o estaba más allá de sus poderes para prevenirlo. Ahora no puedo llegar a temer a un Dios que es rencoroso o débil. Lo desafío sin miedo y no me importa un higo sus rayos». Marqués de Sade

JORGE LUIS FALCÓN ARÉVALO* (Guerrero). La benevolencia de todas las religiones, sea el patrón que sea, es prodigar amor.

El psiquiatra Sigmund Freud creía y lo rscribió: «que el amor era la mitad de la vida de una persona. Suponía que alguien gozaba de buena salud psíquica si estaba en condiciones de amar y de trabajar».

«Amar es dar lo que no se tiene” se nutre de la complejidad de las vinculaciones que construimos las personas» externó Jaques Lacan y agregó «El amor es el vínculo de afecto que nace de la valoración del otro e inspira el deseo de su bien. Puede verse como un valor o como una propiedad de las relaciones humanas».

Sin restricción, amar es dar, es vincular, es armonía. «Amar los unos a los otros» el significante más excelso de la humanidad. ¿Y son los cristianos, los que menos lo practican y ejercen? En la política, se desempeñan un grueso. ¿Los han observado?

«El amor verdadero establece siempre vínculos duraderos, responsables. Necesita libertad sólo para la elección, no para la realización. Todo amor verdadero, profundo, es un sacrificio», resalta Carlos Gustavo Jung.

El banquete o El simposio es un diálogo platónico escrito por Platón y versa sobre el amor. «El amor consiste en que la persona que ama no va a amar la belleza simple; se va a concentrar en buscar lo bello de quien ama».

Para Aristóteles, «el amor es la voluntad de querer para alguien lo que se piensa que es bueno; es amigo quien ama y es, a su vez amado». «O mátame o tómame como soy, porque seré condenado si alguna vez cambio. Si alguien nos ama de verdad, nos amará tal y como somos. Alguien que intente cambiar tu forma de ser, sin duda no te ama de una forma totalmente sincera». Esto lo subraya quien ha sido satanizando por largos años, Donatien Alphonse François de Sade, quien fue conocido habitualmente como el Marqués de Sade.

«La fuerza no viene de una capacidad física. Viene de una voluntad indomable», dijo Mahatma Gandhi.

Luego entonces, a tan solo 4 años de odios y rencores amloístas desde el templete o cadalso inquisitorial nunca se ha oreado en el resquicio de las acusatorias, infamantes, denigrantes y léperas voces de un iracundo y desalmado ser humano, una frase de amor, de dulzura espiritual o lejana y tan cerca de aquella: «perdónalos Dios mío no saben lo que hacen».

Una expresión que nos demuestra el inmenso amor de Jesucristo, hacia la humanidad.

¿Acaso no puede el señor de horca y cuchillo, convocar a sus huestes, al menos, a cumplir con sus postulados: no mentir, no robar y no traicionar?

Aunque del amor, su Dios, en su momento se encargará.

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