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JUAN CHÁVEZ. La inflación no para y el dinero, para la clase menesterosa, ya no le alcanza para adquirir la canasta básica alimentaria que al mes de marzo se disparó arriba del 11% en algunos alimentos.
Huevo y plátano se fueron a las nubes. Igual que el pan, limón y otras verduras como la cebolla.
Al corte de enero del 2023, fueron necesarios 1,644 pesos mensuales por persona para costear sólo la alimentación en zonas rurales. En las zonas urbanas el monto escala a 2,144 pesos por persona.
La cuesta de enero se ha prolongado para los hogares mexicanos. Este 2023 empezó con una tasa de inflación interanual de 7.91%, el nivel más alto para un enero desde 2001.
En México, particularmente, la comida es lo que más ha encarecido durante esta ola inflacionaria que golpea al mundo.
Hago mi despensa semanal y hasta 2022, me significó un gasto de más de 300 pesos. En la tercera semana de marzo, el coste fue de 625 pesos, lo que me significa un costo de más de 2,400 pesos al mes. Vivo solo y mi alimentación se ha incrementado al 100%, estadísticas y Coneval aparte.
Durante enero, la canasta básica de alimentos en zonas rurales y urbanas registró un encarecimiento de 11%, de acuerdo con cifras procesadas por el Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social).
Por su parte, la canasta básica ampliada (que incluye los bienes y servicios no alimentarios fundamentales para la vida) registró un encarecimiento de 9% en zonas rurales y de 8% en zonas urbanas.
Esto refleja que en comparación con otros bienes y servicios del INPC (Índice Nacional de Precios al Consumidor), los alimentos han encarecido por encima del nivel de inflación general.
Una familia de cuatro personas que reside en la Zona Metropolitana de Guadalajara, por ejemplo, necesitaría un ingreso total de 8,576 pesos al mes sólo para costear la alimentación de sus integrantes.
En Chucándiro, una zona rural de Michoacán, otra familia también de cuatro integrantes requiere 6,576 pesos mensuales sólo para pagar la comida del hogar.
Las canastas básicas alimentarias se calculan con ponderaciones del INPC, incluyen alimentos de alta incidencia por su participación en el consumo total.
La inflación no ha logrado ceder al ritmo que se esperaba, el INPC sigue presionado por alzas en los precios de algunos alimentos, productos de higiene y servicios del hogar, que son de alto consumo.
Aunque se prevé que los niveles máximos inflacionarios ya se habrían quedado atrás, el ritmo al que los precios vuelvan a estabilizarse será distinto en cada país. Mientras tanto, el Banco de México, continúa tomando decisiones de política monetaria encaminadas a estabilizar los niveles de precios y acercarse a la meta inflacionaria de 3% +/- un punto porcentual.
