CARTAS DESDE CHICAGO/Los carnales pomposos (Ebrard-Pompeo)

Parecerá absurdo recurrir a comparativos no relacionados para explicar un asunto en política con un juego infantil, pero la situación y los personajes se prestan. Como es la controversia surgida entre el carnal Marcelo Ebrard y el pomposo Mike Pompeo      

ROGELIO FAZ. Conforme corre el tiempo y se acercan las campañas para la presidencia, tanto en México como en Estados Unidos, se señalarán los tropiezos dados por los aspirantes.

A estas alturas los errores se podrían considerar anécdotas, pero ya sabemos que se justifican como niños.

Melón o sandía          

Será melón, será sandía, será la vieja del otro día, día, día… dice una frase cantada en el juego infantil que se llama o se llamaba La víbora de la mar, una diversión de antaño para niños:

Consistía en hacer fila y correr agarrados de la mano o de los hombros para pasar entre otros dos niños(as) los cuales uno era melón y otro sandía; que a su vez hacían un puente con sus brazos para atrapar al azar a uno de los que pasaban entre ellos.

El atrapado(a) debía elegir entre melón o sandía, en seguida seleccionaba al grupo que jalaría una cuerda contra el grupo contrario. Los que jalaban más fuerte eran los vencedores.

El primer reto consistía en no zafarse de la fila debido a la fuerza centrífuga mientras se corría, para después poder estar en el grupo de los fuertes. Un juego entre suerte, albur y fuerza. Como en política pues.

La víbora de la política

Pues bien, parece que ese juego no a pasado de moda entre políticos. Dependerá, primero, de ir bien agarrados de los demás por qué; los de adelante corren mucho y los de atrás se quedarán tras, tras, tras.

Para después y con suerte estar en el grupo de los pesados. He aquí el momento crítico.

Tal es el caso del pomposo canciller mexicano Marcelo Ebrard y el ex secretario de Estado de EU el pomposo Mike Pompeo, quien también sueña con ser presidenciable. De risa.

Ebrard iba cantando muy alegre a la víbora de la mar, cuando Pompeo revelo en su libro Never give an inch (Nunca cedas una pulgada) un supuesto arreglo en lo oscurito que consistía en que México sería país receptor de los migrantes deportados. El Quédate en México.

Una revelación que a estas alturas parece olvidado, pero no es cualquier cosa, pues además del compromiso lo pescaron corriendo de puntitas.

Ebrard, una de las llamadas ‘corcholatas’ y probablemente el más presidenciable, de llegar a la recta final se va a encontrar con esos tropiezos, para entonces sabremos si vence a la víbora de la política.

Los carnales pomposos

Ebrard confiando en su grupo, acepto la propuesta aun sin ser oficialmente canciller, según Pompeo. Y es que, el carnal Ebrard ya seguía el ejemplo de su rescatista y jefe, AMLO, que aun sin ser presidente se daba atribuciones que todavía no le eran conferidos.

Para no hacer la víbora tan larga, el ex pomposo Mike (está a dieta para la campaña) le metió el pie al carnal pomposo Marcelo en plena carrera dejándolo entre melón y sandía, falta saber si en el jaloneo el carnal Marcelo tiene el peso suficiente para recuperar las pulgadas perdidas.

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