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>> La ola blanca y rosa fue una lección del pueblo sin distingos a Andrés Manuel López Obrador
>> Miles de personas despojadas de siglas y militancias partidistas, se movilizaron desde el Ángel de la Independencia hacia el Monumento a la Revolución en Ciudad de México y más de medio centenar de ciudades de la república
Información de Shelma Navarrete/ Expansión Política
Ciudad de México, 13 de noviembre (entresemana.mx). En el cumpleaños del presidente Andrés Manuel López Obrador y a dos días del aniversario 31 de órgano electoral de México, miles de personas se concentraron en el Ángel de la Independencia para marchar en contra de la Reforma Electoral propuesta por el gobierno federal y la cual implica reestructurar el Instituto Nacional Electoral (INE).
Al grito de «el INE no se toca, López se equivoca», «la democracia no se toca” y «no al autoritarismo», el primer grupo de la vanguardia del contingente partió sobre Paseo de la Reforma pasadas a las 10:00 horas.
Los manifestantes llegaron pese a los obstáculos: una noche antes se declaró contingencia ambiental por ozono, lo que limitó la circulación de vehículos; además, una hora antes se suspendió parcialmente el servicio de la Línea 1 del Metrobús y la mitad de la Línea 1 del Metro continúa en obra. No obstante, camiones foráneos de alquiler y camionetas acercaron a los participantes.
Vestidos de blanco y rosa, los colores que distinguen al organismo electoral, con marchas, pancartas, carteles, camisetas de «El INE no se toca» y «Yo defiendo al INE», el contingente avanzó sobre Paseo de la Reforma ocupando todos los carriles e incluso las banquetas de la avenida.
Manifestantes con playeras, conjuntos deportivos, gorra, lentes y tenis, algunos de ellos con carriolas o acompañados de sus mascotas, contrastaron con otras marchas que se realizan en la ciudad. La clase media salió a marchar.
Políticos como el expresidente Vicente Fox; el presidente del PAN, Marko Cortés; así como alcaldes de oposición en la ciudad como Santiago Taboada, de Benito Juárez, y Sandra Cuevas, de Cuauhtémoc, se hicieron presentes en la movilización.
Sin embargo, lo protagonista y quienes llenaron la avenida fueron ciudadanos con reclamos hacia el presidente.
“Yo marché en contra del desafuero, yo voté por él (Andrés Manuel López Obrador) en ocasiones anteriores –no esta última vez– y me parece que nos está traicionando porque él debería ser el primero en reconocer que gracias al INE él pudo ganar las elecciones, se le reconoció su triunfo y ahora quiere destruir el órgano autónomo”, dijo Alma Maldonado, ciclista y manifestante.
La presencia de la policía fue mínima hasta la Glorieta de Cuitláhuac, donde a los costados de Reforma se posicionaron unos 40 elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) con cascos y escudos.
Desde el monumento, unas ocho personas defendieron la Reforma Electoral del presidente con pancartas donde se leía “¡Fuera Lorenzo Córdoba! Racista, clasista, corrupto” e “INE: nido de ratas”.
Al grito de “¡esos son, esos son, los que roban la nación!”, el grupo increpaba al contingente; “sigan marchando, no caigan en provocaciones”, repetía un par de jóvenes para evitar que el intercambio de palabras escalara.
Pese a tener el Zócalo libre para llegar, el contingente decidió llegar al Monumento a la Revolución. La Plaza de la República ya se encontraba llena y todavía había contingentes que seguían sin salir del Ángel de la Independencia.
Frente al Monumento a la Revolución, el perredista Fernando Belauzarán fue el maestro de ceremonias y encargado de «calentar» la plaza. «¡Dame una I!, ¡Dame una N! ¡Dame una E! ¿Qué dice?», gritaba el político quien declaraba el éxito de la marcha, al señalar que todavía miles de personas marchando sobre Paseo de la Reforma: ¡No somos uno, no somos cien, pinche gobierno cuéntanos bien!»
Así, una plaza que al unísono gritaba «el INE no se toca» recibió al único orador progranado para el ella: José Woldenberg, primer presidente del organismo electoral (antes IFE), quien se convirtió en la voz de la oposición a la Reforma Electoral durante la marcha.
“No a la destrucción del INE, no a la destrucción de los institutos locales, no a la destrucción de los tribunales locales, no a la pretensión de alinear a los órganos electorales a la voluntad del gobierno, no al autoritarismo, sí a la democracia, sí a un México democrático”, anrengaba el politólogo, mientras la gente seguía entrando a la plaza, que era sobrevolada por un helicóptero y drones sacando fotos tratando de registrar la cantidad de asistentes.
El académico de la UNAM refirió que la existencia del INE ha permitido la alternancia política –como la del 2000 con el triunfo del PAN tras 70 años de gobiernos priistas e incluso la elección de 2018, cuando Morena ganó con López Obrador como abanderado– y advirtió sobre el riesgo de volver a “una institución electoral alineada con el presidente”.
«El problema mayúsculo que nos obliga a salir a las calles es que buena parte de lo edificado se quiere deconstruir desde el gobierno», sostuvo Woldenberg.4 / 9
La manifestación dejó un choque sobre su magnitud: mientras el secretario de Gobierno capitalino, Martí Batres, afirmó que fueron entre 10,000 y 12,000 las personas participantes, durante el mitin Fernando Belauzarán, exdiputado del PRD e integrante del Frente Cívico Nacional, sostuvo que en la Ciudad de México se movilizaron 200,000 a favor del INE.
La discrepencia de cifras generó una oleda de fotografías en redes sociales para demostrar que la cantidad caculada por el gobierno de la Ciudad de México era «mañosamente» menor.
Los organizadores de la marcha anunciaron que cuando se discuta la Reforma Electoral en la Cámara de Diputados se realizará una nueva manifestación con la consigna “yo defiendo al INE”.
Los asistentes se fueron con dos tareas: difundir en casas y carros con la consigna «el INE no se toca, yo defiendo al INE» y conformar comités en defensa del INE incluso para quienes militan en Morena.
El mitin se dio por terminado entonando el himno nacional y la gente comenzó a dispersarse, pero en el Paseo de la Reforma los contingentes seguían marchando.
«Vamos para el Monumento a la Revolución, vamos a defender al INE», señaló Pedro quien marchaba junto a su hijo y su esposa con su pancartas a la altura de El Caballito. Una hora antes el mitín había terminado, pero en Paseo de la Reforma la marcha seguía.
